La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha reanudado este mes de octubre las obras de construcción de la pasarela que conectará Cala Corb con el muelle d’en Pons en el puerto de Maó. Esta infraestructura permitirá salvar el acantilado que actualmente dificulta el paso entre ambas zonas del municipio de Es Castell. Tanto la APB como el Ayuntamiento han expresado su satisfacción por la reactivación de las obras, paralizadas desde 2020 debido a problemas medioambientales relacionados con la preservación de una especie de coral endémica.
Las obras, que comenzaron a finales de 2018, se detuvieron tras la emisión de un informe que alertaba sobre el impacto negativo de los trabajos en la especie Cladocora caespitosa, un coral protegido presente en la zona. A partir de este momento, se redactó un proyecto de restauración para mitigar el daño sobre la especie y, tras la aprobación de los informes correspondientes, se procedió a la translocación de las colonias de coral en junio de 2023.
Con la finalización de este proceso de protección medioambiental, los trabajos han sido reactivados con un plazo de ejecución de seis meses. El principal objetivo de la obra es mejorar el acceso peatonal y optimizar las condiciones de servicio para las embarcaciones deportivas en el puerto de Maó. La pasarela, además, contará con capacidad para acoger unas 67 embarcaciones de pequeña eslora, lo que reducirá significativamente la lista de espera de amarres gestionados directamente por la APB.
El proyecto de construcción, que incluye la instalación de pantalanes para embarcaciones deportivas, cuenta con un presupuesto final revisado de 3,4 millones de euros.
Paralización de las obras en 2020
El proyecto inicial, adjudicado a la UTE Copcisa / Construcciones Olives, comenzó en noviembre de 2018, pero en enero de 2020 las obras fueron paralizadas debido a la necesidad de modificar el diseño original, tras un informe del Instituto Español de Oceanografía (IEO). Este documento alertaba de la baja supervivencia del coral Cladocora caespitosa debido al impacto de los trabajos, por lo que recomendaba un plan de restauración para mitigar el daño causado a la especie.
Tras la aprobación de los informes por parte de la Dirección General de la Costa y el Mar y la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación, se dio luz verde a la translocación de las colonias de coral afectadas. El traslado, iniciado en junio de 2023, se realizó a la Isla Plana, un área del puerto de Maó con características similares a Cala Corb, situada a unos 600 metros de distancia.