El Puerto de Barcelona, en colaboración con la Dirección General de la Marina Mercante (DGMM) del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, y con el apoyo de la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA), ha comenzado un innovador proyecto para la vigilancia y control de emisiones contaminantes en sus aguas portuarias. Por primera vez, un dron del servicio RPAS (Remotely Piloted Aircraft Systems) de la EMSA está siendo utilizado para la medición de óxidos de azufre (SOx) y dióxido de nitrógeno (NOx), así como para la videovigilancia de posibles vertidos en el recinto portuario.
Este proyecto representa un avance significativo en la monitorización ambiental del Puerto de Barcelona. El dron realiza mediciones en barcos atracados, fondeados y en tránsito por los canales exteriores de acceso, así como en aquellos que realizan maniobras en aguas interiores. La utilización de esta tecnología permite obtener datos precisos sobre las emisiones generadas por los buques durante sus operaciones, superando las limitaciones de las actuales fórmulas estimativas.
La Capitanía Marítima de Barcelona supervisa la selección de los barcos a monitorear y gestiona todas las operaciones del dron, además de analizar los resultados obtenidos. En caso de detectarse incumplimientos en la normativa de emisiones, se procede a la inspección a bordo por parte de los inspectores de seguridad de la Capitanía, quienes toman muestras del combustible en uso para verificar su contenido de azufre. De confirmarse irregularidades, se inicia el correspondiente expediente sancionador.
El dron utilizado en este proyecto es un modelo ATLAS 4, fabricado por la empresa griega ALTUS LSA, equipado con sensores de gas y cámaras que cubren rangos espectrales ópticos e infrarrojos. Estas características permiten una detección más efectiva de los gases emitidos por los barcos a través de sus chimeneas. El dron, operado desde una base móvil, tiene una capacidad de vuelo de hasta cuatro horas diarias y un alcance de 10 kilómetros.
Los datos recopilados son registrados en el sistema EMSA Thetis-EU, una aplicación que centraliza la información sobre las inspecciones a barcos bajo la normativa europea. Esto permite que otros estados miembros de la Unión Europea tengan acceso a la información sobre buques que no cumplen con las regulaciones de emisiones, establecidas en el Anexo VI del Convenio Internacional sobre la Polución Marítima (MARPOL).
El principal objetivo de este dron es detectar las emisiones de SOx y NOx, que son particularmente reguladas en Europa. Según el Anexo VI del MARPOL, el contenido de azufre en los combustibles utilizados por los buques atracados o fondeados en puertos europeos no debe exceder el 0,10% en masa, y el 0,50% en navegación. Asimismo, el convenio establece límites específicos para las emisiones de NOx en función del tipo, potencia y uso de los motores de los buques.
Este proyecto, que combina tecnología avanzada con un enfoque proactivo en la vigilancia ambiental, representa un paso adelante en la estrategia del Puerto de Barcelona para reducir las emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire en la zona.