Este jueves 15 de agosto, Algeciras vivirá una de sus celebraciones más emblemáticas: la romería marítima en honor a la Virgen de la Palma, patrona y Alcaldesa Perpetua de la ciudad. La festividad, que fue declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía en 2014, destaca por la peculiaridad de que la imagen de la Virgen permanece sumergida en una cueva bajo el mar durante todo el año, salvo en esta jornada especial.
Los actos comenzarán en la playa del Rinconcillo, donde un grupo de submarinistas se encargará de rescatar la imagen de la Virgen de la cueva en la que se encuentra a 15 metros de profundidad. La talla, obra del escultor Nacho Falgueras, será llevada a la playa en torno a las 13:30 horas por una comitiva de devotos, acompañada por algecireños y turistas que se reunirán para venerar a la Virgen.
La Virgen de la Palma será trasladada a la Plaza de la Virgen del Mar, donde permanecerá hasta la medianoche. Durante la jornada, se celebrará una Eucaristía a las 19:00 horas en un altar instalado por el Ayuntamiento en dicha plaza. Finalmente, a las 23:00 horas, la imagen será devuelta a su gruta submarina, acompañada de fuegos artificiales tanto marítimos como terrestres.
El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, ha subrayado la importancia de esta festividad para la identidad y tradiciones de la ciudad, destacando la gran afluencia de público que atrae cada año. Landaluce ha señalado que en esta edición se vivirán momentos inéditos, como la visita de la Virgen a las aguas de la Playa de Getares en la mañana del jueves.
Además, el alcalde ha expresado su agradecimiento a la Sociedad Federada de Pesca Deportiva El Mero por su «dedicación y esfuerzo» en mantener viva esta tradición. «Su labor es fundamental para preservar nuestra cultura y tradiciones marítimas», ha afirmado Landaluce, invitando a la ciudadanía a participar activamente en las Fiestas Patronales y a disfrutar de esta experiencia única.
La devoción hacia la Virgen de la Palma en Algeciras tiene sus raíces a finales del siglo XVII, cuando un barco procedente de Italia, atrapado por un temporal, atracó en el puerto de la ciudad. Según la tradición, cada intento de partir del puerto fue frustrado por nuevas tormentas hasta que se decidió desembarcar una imagen de la Virgen que el barco transportaba. Al hacerlo, el mar se calmó, lo que llevó a la interpretación de que la Virgen deseaba quedarse en Algeciras. Este suceso, junto con la coincidencia de que la imagen llevaba una palma en la mano, consolidó su devoción en la ciudad.
Hoy, esta singular romería marítima no solo celebra la fe y la historia de Algeciras, sino que también fortalece una tradición que caracteriza a la ciudad.