Ecologistas en Acción ha afirmado que las interacciones entre orcas y veleros que se producen en el Estrecho de Gibraltar, en la provincia de Cádiz, no corresponden a «ataques coordinados», sino que tienen un carácter «lúdico y social», según los estudios y la observación directa realizada desde su velero ‘Diosa Maat’. Durante el mes de julio, esta embarcación ha sido el centro de la campaña ‘En Defensa de la Orca Ibérica’, que ha reunido a más de 80 voluntarios con el objetivo de analizar y proteger a esta subpoblación de orcas que se encuentra «al límite de la extinción».
La organización ecologista, en colaboración con las asociaciones WeWhale y Sea Shepherd France, ha navegado entre Tarifa y el faro de Trafalgar para entender mejor las interacciones entre orcas y veleros, y ha elaborado un dosier donde se describen las características de esta población amenazada, junto con recomendaciones para evitar estos encuentros. Según Ecologistas en Acción, aunque se sospecha que el comportamiento de las orcas es de tipo «lúdico y social», las conclusiones aún no son definitivas y se necesitan más datos para comprender a fondo este fenómeno que comenzó a registrarse en 2020.
Uno de los objetivos de la campaña ha sido «contrarrestar el lenguaje bélico» que a menudo acompaña las noticias sobre las interacciones entre orcas y veleros. Según la organización, es erróneo y desafortunado hablar de «ataques de orcas», ya que no existen registros de personas heridas por estos cetáceos en libertad en aguas europeas.
Durante julio, el ‘Diosa Maat’ avistó orcas en siete ocasiones, de las cuales solo en una ocasión se acercaron al barco e interaccionaron con él. «En general, las orcas aparecieron a lo lejos en grupos de tres a siete individuos y se marcharon sin mostrar mucho interés por el velero», comentó Juan Antonio Martínez, portavoz de Ecologistas en Acción. Sin embargo, en una interacción a principios de julio, unas siete orcas se acercaron al ‘Diosa Maat’ y empujaron suavemente el timón sin causar daños. Según Martínez, este comportamiento no fue agresivo, sino más bien lúdico, aunque se debe evitar antropomorfizar a estos animales.
La campaña ‘En Defensa de la Orca Ibérica’ ha buscado concienciar sobre la situación crítica de este cetáceo, cuya población en el Estrecho, compuesta por menos de 40 individuos, está catalogada como En Peligro Crítico de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Los factores que afectan a su supervivencia incluyen la contaminación crónica causada por la alta industrialización del Campo de Gibraltar, el tráfico marítimo y la actividad turística, que impactan negativamente en su hábitat.
Lola Yllescas, portavoz de Ecologistas en Acción, ha subrayado la necesidad de frenar la degradación del ecosistema marino en la zona, destacando la contaminación por vertidos y el ruido como problemas principales. Aunque la organización recomienda no dejarse llevar por el miedo hacia las orcas, insta a los navegantes a respetar estas interacciones para evitar consecuencias negativas tanto para las embarcaciones y su tripulación como para las orcas. El dosier publicado por la organización ofrece pautas sobre cómo minimizar los encuentros, sugiriendo evitar las zonas con mayor probabilidad de avistamiento, particularmente las áreas costeras con profundidades menores a 20 metros.