Maersk ha celebrado la ceremonia de bautizo de su tercer portacontenedores de gran tamaño con capacidad dual para operar con metanol verde. Este evento, que tuvo lugar en Aarhus, Dinamarca, marca un paso más en el ambicioso proyecto de la empresa para renovar su flota con embarcaciones más sostenibles. El nuevo buque, nombrado Antonia Maersk, es parte de una serie de 18 portacontenedores similares que se entregarán entre 2024 y 2025.
El nombre Antonia Maersk sigue la tradición de la compañía de bautizar sus barcos con nombres de miembros de la familia fundadora. En esta ocasión, el buque rinde homenaje a Antonia Uggla, nieta de Ane Maersk Mc-Kinney Uggla, presidenta de la Fundación A.P. Møller y de su empresa de inversiones A.P. Moller Holding, el accionista mayoritario de A.P. Moller – Maersk. La madrina del barco fue Kirsten Andersen, esposa del CEO de Vestas, Henrik Andersen, quien presidió la ceremonia.
Con una capacidad total de carga de más de 16.500 TEU y un peso muerto de 174.000 toneladas, el Antonia Maersk destaca no solo por su tamaño, sino también por sus innovaciones en diseño. Los buques de esta clase han sido diseñados con la superestructura desplazada hacia la proa y la chimenea descentrada hacia un lado en la popa, lo que optimiza el uso del espacio y la eficiencia operativa. Equipados con motores principales y auxiliares de MAN, todos los sistemas son capaces de operar completamente con metanol, lo que reduce significativamente las emisiones de CO2, hasta en 280 toneladas diarias en comparación con los buques tradicionales que utilizan diésel.
En el marco de la ceremonia, el CEO de Maersk, Vincent Clerc, reiteró el compromiso de la compañía con la reducción de emisiones de carbono y la transición hacia combustibles más ecológicos. No obstante, también reconoció los desafíos que enfrenta la industria, incluyendo el alto costo de los combustibles verdes y las dificultades para asegurar un suministro constante de metanol verde. Clerc subrayó la necesidad de colaboración a nivel industrial y la implementación de mecanismos de precios que puedan cerrar la brecha entre el costo del transporte con combustibles verdes y los fósiles.
Además, Clerc reconoció que, debido a las limitaciones actuales, los nuevos buques duales deben operar parcialmente con combustibles tradicionales, especialmente para maniobras en puertos. En este contexto, la empresa ha revisado su estrategia de modernización de la flota, optando por un enfoque mixto que incluye sistemas de propulsión dual para metanol y gas licuado, con miras a asegurar una reducción significativa de emisiones de gases de efecto invernadero en esta década.
Durante la semana, Maersk también ha anunciado su intención de realizar pedidos para entre 50 y 60 nuevos buques, todos ellos destinados a la sustitución de su flota actual. Estos pedidos contribuirán a alcanzar una capacidad de 800.000 TEU para 2030, con un ritmo de renovación de 180.000 TEU por año. Además, la compañía ha iniciado los trámites para asegurar acuerdos de suministro de bio-metano licuado (bio-GNL), con el objetivo de garantizar que los nuevos buques duales contribuyan a la reducción de emisiones.
En el corto plazo, Maersk continuará enfocándose en sus buques de metanol. Actualmente, cinco de estos barcos ya están en servicio, incluyendo un buque alimentador de menor tamaño. Además, la compañía ha encargado seis buques duales de tamaño medio (9.000 TEU) que se construirán en China. Como parte de su compromiso con la sostenibilidad, Maersk también ha iniciado la primera conversión de un portacontenedores en servicio a metanol, un proyecto que comenzó en julio en China.