La organización ecologista Verdemar ha presentado un recurso contra el proyecto de interconexión eléctrica submarina entre la Península Ibérica y la Ciudad Autónoma de Ceuta, argumentando que tres turbinas eólicas de los proyectos planificados en el Mar de Alborán podrían proporcionar suficiente energía eléctrica a Ceuta sin causar el impacto ambiental asociado al «cable político» submarino.
Según Verdemar, la interconexión propuesta provocará una caída del 33% de la tensión al cruzar el Estrecho de Gibraltar, invadiendo el Campo de Gibraltar con parques solares fotovoltaicos o eólicos. Además, sostienen que Ceuta consumirá energía de las centrales térmicas del Campo de Gibraltar, dependientes de combustibles fósiles, lo que no resolverá el problema si la conexión se interrumpe.
Datos de la Red Eléctrica de España (REE) indican que la energía generada y consumida en Ceuta durante 2022 fue de 195.399 MWh, de los cuales casi la totalidad provino de motores diésel (99,8%) y motores de gas (0,2%). Actualmente, la producción eléctrica en Ceuta proviene de una central térmica gestionada por Endesa, con una potencia de 98,98 MW.
Los residentes de Puente Mayorga, San Roque, viven cerca de la ubicación planificada para una subestación de cuatro centrales de ciclo combinado de 1.600 MW y una petroquímica que destila 14 millones de toneladas de crudo. Verdemar cuestiona la idoneidad de buscar la energía necesaria para Ceuta en el Campo de Gibraltar, argumentando que las centrales térmicas de la zona seguirán suministrando electricidad a Ceuta a costa de una población que ya sufre un considerable peaje ambiental.
La organización destaca la proliferación de proyectos eólicos y fotovoltaicos en el Campo de Gibraltar, que ocupan tierras agrícolas y espacios con aves esteparias, sin una ordenación adecuada. Este proyecto de interconexión aumentará el impacto, añadiendo más parques fotovoltaicos, eólicos, líneas de alta tensión y subestaciones.
Verdemar insiste en que evaluar el impacto ambiental de este proyecto de manera aislada y segregada de otros proyectos en la comarca del Campo de Gibraltar es inadecuado. Existen jurisprudencias que rechazan la evaluación de proyectos sin considerar el impacto combinado y sinérgico de la acumulación de plantas similares. La Administración no debería aceptar esta elusión y debería considerar el impacto conjunto de estas instalaciones.
Las infraestructuras proyectadas colapsarán aún más el Campo de Gibraltar, aumentando las redes de comunicación eléctrica de alta tensión. Además, las centrales térmicas en la zona siguen operando, contribuyendo a la contaminación ambiental. Entre ellas, se encuentran la Central Térmica ENDESA (Gas Natural, 2 grupos de 400 MW), la Central Térmica Nueva Generadora del Sur de Naturgy y CEPSA (Ciclo combinado, 2 grupos de 400 MW), la Central Térmica Bahía de Algeciras de Repsol (Ciclo combinado de 830 MW) y la Central Térmica de carbón Viesgo (560 MW).
Verdemar subraya que el peaje ambiental en la Bahía de Algeciras y su entorno es significativo, con la contaminación industrial generando problemas de salud y afectando el medio ambiente. La industria petroquímica, el tránsito marítimo y las actividades industriales en el puerto de Bahía de Algeciras emiten miles de toneladas de contaminantes al año, contribuyendo a un deterioro ambiental que debe ser considerado en cualquier evaluación de nuevos proyectos energéticos.