«La transparencia y la integridad han sido los pilares de mi gestión en la Fundación Campus Tecnológico de Algeciras»

Rosa Rodríguez Cano reflexiona sobre su gestión y los desafíos enfrentados durante su etapa al frente de la Fundación Campus Tecnológico de Algeciras.

Rosa Rodríguez, recientemente cesada de su cargo como directora de la Fundación Campus Tecnológico de Algeciras (FCTA), ha tenido una trayectoria profesional destacada en el ámbito académico-investigador, la gestión en asociaciones empresariales, la administración pública y el sector privado. Con más de dos décadas de experiencia en la gestión de proyectos, principalmente en I+D e innovación orientados al sector empresarial, Rodríguez ha demostrado habilidades en la búsqueda de financiación, transferencia de conocimiento y formación. Académicamente, es Doctora en Ingeniería Química y Licenciada en Ciencias Químicas por la Universidad de Cádiz. Además, cuenta con formación en dirección y liderazgo de entidades sin ánimo de lucro, gestión de proyectos y dirección de empresas de base tecnológica.

Desde su llegada a la Fundación Campus Tecnológico en diciembre de 2017, Rodríguez ha trabajado para mejorar la transparencia, la formación y la relación de la Fundación Campus Tecnológico de Algeciras con el entorno empresarial y académico.

Tras un proceso de selección largo y complejo, asumió el reto de dirigir la FCTA. «La entidad siempre había tenido una dirección gerencia de la Universidad de Cádiz, pero en 2014 se decidió profesionalizar el puesto de gestión,» explica. Esto llevó a un proceso que se extendió por dos años y que, tras varias pruebas y entrevistas, culminó con su nombramiento.

Al asumir el cargo, uno de los primeros pasos de Rodríguez fue diagnosticar el estado de la entidad y del entorno. «Mi misión clara fue crear un equipo con las personas que ya estaban aquí,» señala. Este esfuerzo ha sido fundamental para desarrollar y fortalecer el equipo, permitiendo un crecimiento sostenido de la entidad. Rodríguez se encontró con un equipo desmotivado debido a un periodo previo de incertidumbre y falta de dirección. «Lo primero que hice fue un diagnóstico de la entidad y del entorno y presentar un plan de actuación con visión estratégica,» comenta, añadiendo que se dedicó a crear un equipo cohesionado con las personas que ya formaban parte de la fundación. Este esfuerzo no solo ha dado como resultado un equipo sólido, sino también una entidad que ha madurado conjuntamente, permitiendo un crecimiento integral.

La gestión del edificio I+D+i también ha sido eficiente, con una puesta en valor de las instalaciones y un aprovechamiento óptimo del presupuesto destinado a su mantenimiento, resultando en un nivel de incidencias prácticamente nulo.

Cuando Rodríguez llegó a la Fundación, encontró una situación delicada. “No había equipo, solo un grupo de personas desestructurado que no podían coordinarse ni trabajar juntas. El nivel de actividad y proyectos era escaso, y no se estaba ejecutando la subvención nominativa de la Junta de Andalucía”, explica Rodríguez. La entidad estaba completamente fuera del escenario institucional y empresarial, sin ninguna visibilidad. El edificio I+D+i presentaba numerosas carencias y una falta de optimización en su gestión, a pesar de tener solo dos años y medio en funcionamiento.

Además, explica que los fondos propios eran negativos, con un valor de aproximadamente -114.500 euros, y había préstamos de las ayudas a la reindustrialización concedidos en 2010 y 2011 pendientes de devolución, con un importe total concedido de 338.002,99 euros y solo unos 31.000 euros amortizados. “Había expedientes de Formación Profesional para el Empleo (FPE) pendientes de cierre y el proyecto del Campus de “Los Alamillos” impulsado en 2009 estaba paralizado, con varias facturas por pagar y ajustes contables que afectaban a los fondos propios”, explica Rodríguez, valorando la situación económica de aquellos momentos.

En menos de un año, antes de finalizar el ejercicio 2018, se logró revertir esta situación en la mayor parte de los aspectos y mejorar todos los ámbitos de la entidad. Entre los logros más destacados durante su gestión se incluyen la creación y desarrollo de un equipo sólido comprometido con la entidad, incremento de la actividad de la Fundación en colaboración con patronos y otras organizaciones, aumento de la red relacional y estrechamiento de relaciones con otras entidades, cumplimiento eficiente de los presupuestos anuales estimados, generación de ingresos y beneficios por actividades propias, lo que permitió revertir la situación de fondos propios negativos en tres años. Además, se mejoró la eficiencia en la gestión del Edificio I+D+i y se puso en valor las instalaciones, con un nivel de incidencias prácticamente nulo. La Fundación también aumentó su impacto social y mediático, incrementando la visibilidad y generando confianza en la comunidad.

Además, la Fundación ha sido pionera en áreas como la economía circular y la transformación digital, obteniendo reconocimiento a nivel nacional. «Fuimos premiados a nivel nacional en 2021 por la capacitación en este ámbito,» comenta Rodríguez. Se desarrollaron programas de formación continua y personalizados para empresas, adaptándose a las necesidades del entorno empresarial. La Fundación también ha impulsado proyectos universidad-empresa, financiando 15 proyectos entre 2018 y 2019 con el objetivo de transferir conocimiento entre el ámbito académico y empresarial. «Nuestra misión principal es hacer de nexo de unión entre estos dos ámbitos,» afirma Rodríguez.

En cuanto al aspecto económico financiero, para paliar esta situación de fondos propios negativos, se solicitó a Rodríguez que generara ingresos y beneficios mediante la realización de actividades propias, y así se hizo. La evolución de la generación de ingresos y beneficios durante su gestión muestra una notable mejoría. En cuanto a los fondos propios, en solo tres ejercicios se revirtieron a positivos. Aunque en 2021 volvieron a ser negativos debido a un ajuste contable relacionado con el proyecto del Campus de Los Alamillos, actualmente los fondos propios son positivos gracias a los beneficios generados en 2022 y 2023.

Rodríguez también se enfrentó al desafío de los préstamos de reindustrialización, habiendo amortizado más de 240.000 euros desde diciembre de 2017 hasta marzo de 2024. Asimismo, se cerraron expedientes de cursos FPE, teniendo que reembolsar casi 98.000 euros en 2021.

La Fundación ha alcanzado un alto nivel de actividad y ha presentado proyectos europeos, ejecutando y justificando al 100% la subvención nominativa de la Junta de Andalucía que recibe anualmente, así como el convenio con la Universidad de Cádiz. La entidad se ha convertido en una referencia en formación y actividades de transferencia no solo en el Campo de Gibraltar sino en toda la provincia de Cádiz, con una amplia red relacional y un notable impacto social y mediático. Los indicadores de su gestión reflejan un aumento anual de usuarios en la web y redes sociales, incremento de proyectos europeos presentados, aumento de cursos ofertados y alumnos participantes, así como un mayor número de becas otorgadas y reconocimientos recibidos, como el Premio AFA 2020 y el Premio Circulares 2021.

La gestión del edificio I+D+i también ha sido eficiente, con una puesta en valor de las instalaciones y un aprovechamiento óptimo del presupuesto destinado a su mantenimiento, resultando en un nivel de incidencias prácticamente nulo.

Rodríguez se despide con la satisfacción de haber posicionado a la Fundación en un lugar destacado. «Hemos conseguido consolidarnos siendo reconocidos por empresas y profesionales,» afirma, destacando que su gestión ha dejado una marca significativa en la Fundación Campus Tecnológico de Algeciras. A pesar de los desafíos, su integridad y compromiso han sido pilares fundamentales en su liderazgo, y su legado continuará influyendo en la entidad en el futuro.

En sus palabras finales, Rosa Rodríguez expresa su agradecimiento por la oportunidad de liderar la FCTA y reitera su compromiso inquebrantable con los valores de responsabilidad, compromiso, honestidad y humildad. «Desde mi llegada a Algeciras el 11 de diciembre de 2017, lo único que he hecho ha sido trabajar por y para esta Fundación,» concluye.

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