Cepsa Química y el grupo Persán han suscrito un acuerdo para el transporte de suministros de productos químicos utilizando diésel 100% renovable (HVO). Este convenio tiene como objetivo fomentar la sostenibilidad en el transporte de productos, permitiendo evitar la emisión de aproximadamente 126 toneladas de CO2 anuales, cifra equivalente a la absorción de un bosque de más de 8.000 árboles en el mismo periodo.
Cepsa Química suministra a Persán ácido sulfónico lineal (LABSA), una materia prima utilizada en la producción de más del 60% de los detergentes biodegradables, tanto para uso doméstico como industrial. Con una participación del 20% en el mercado internacional, Cepsa Química se posiciona como el principal productor mundial de alquilbenceno lineal (LAB), base del ácido sulfónico que se distribuye a clientes como Persán.
Desde ahora, el LABSA será transportado desde San Roque (Cádiz) a las instalaciones de Persán en Sevilla utilizando HVO, un biocombustible de segunda generación producido por Cepsa en el Parque Energético La Rábida (Huelva). Este biocombustible se obtiene a partir de residuos orgánicos, fomentando la economía circular y logrando reducir hasta en un 90% las emisiones de CO2 en comparación con los combustibles tradicionales.
José María Solana, CEO de Cepsa Química, ha señalado que este acuerdo se inscribe en la estrategia Next Chemicals in Positive Motion de la compañía, un proceso transformador que impulsa la transición hacia productos y procesos más sostenibles. Por su parte, Antonio Somé, CEO de Persán, destacó que la sostenibilidad es una prioridad para la empresa en todas sus áreas de actividad, y que este compromiso se extiende a todos sus partners, como Cepsa. Este acuerdo se enmarca en el plan «Director de Sostenibilidad» de Persán, que prioriza la reducción de emisiones de CO2.
Persán ha adoptado una estrategia de sostenibilidad con un enfoque global ESG, implementando políticas que mejoran el bienestar de sus empleados y su cadena de valor. Gracias a estos esfuerzos, la compañía ha renovado el «Sello Reduzco», otorgado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que reconoce a las entidades que han disminuido su huella de carbono. En el último trienio, Persán ha logrado reducir sus emisiones en un 14%.
Los biocombustibles, como el HVO, son una solución presente para acelerar la descarbonización del transporte, que representa el 15% de las emisiones globales de CO2. Esta tecnología estratégica facilita la transición energética inmediata, ya que su composición química es similar a la de los combustibles tradicionales, permitiendo su uso en motores diésel actuales sin necesidad de modificaciones.
En el marco de su estrategia 2030, Positive Motion, Cepsa impulsa el desarrollo de un ecosistema enfocado en la descarbonización mediante la producción de moléculas verdes, como hidrógeno renovable y biocombustibles 2G. Desde 2022, Cepsa produce y comercializa biocombustibles 2G para los sectores del transporte aéreo, marítimo y terrestre, fabricando este diésel renovable en el Parque Energético La Rábida.
Para garantizar el suministro ante la creciente demanda, Cepsa, junto a Bio-Oils, está construyendo la mayor planta de biocombustibles de segunda generación del sur de Europa, con una inversión de 1200 millones de euros. Esta instalación, que estará operativa en 2026 en Palos de la Frontera (Huelva), tendrá una capacidad de producción flexible de 500.000 toneladas de diésel renovable y combustible sostenible de aviación (SAF).