Greenpeace ha revelado, por primera vez, imágenes inéditas de varias macrogranjas marinas en España para denunciar el maltrato animal y los daños ambientales que estas instalaciones causan. Las imágenes, tomadas en granjas ubicadas en Roquetas de Mar (Almería), Guardamar del Segura (Alicante), Campello (Alicante) y Villaricos (Almería), muestran el hacinamiento y el estrés al que están sometidos los peces en jaulas de confinamiento, algunas de las cuales se encuentran en un estado de conservación y limpieza lamentable, con aguas turbias y ejemplares muertos en el fondo de las redes.
Esta investigación, la primera realizada por el velero Witness de Greenpeace en España, ha documentado varias granjas de engorde de lubina y dorada en la costa levantina. Además, se han tomado muestras de agua que serán analizadas en laboratorio para evaluar su calidad. Greenpeace subraya que, aunque desde la superficie no se perciba, existe una explotación animal significativa bajo las costas españolas.
Greenpeace sostiene que la acuicultura industrial en España no es sostenible debido a la alta cantidad de establecimientos que cultivan especies carnívoras. La organización critica la producción y engorde de estas especies, que requieren grandes cantidades de recursos pesqueros para la producción de harina de pescado y otros productos agrícolas, a menudo vinculados a la deforestación. En España, se producen dorada, lubina, rodaballo y atún rojo, siendo este último un producto de lujo que necesita 20 kg de pescado para producir 1 kg de atún, con un 85% de su producción destinada a la exportación, principalmente a Japón.
Entre 2011 y 2021, la producción de lubina en España alcanzó casi 200.000 toneladas, mientras que la de dorada fue de cerca de 140.000 toneladas. Para la producción de una tonelada de harina de pescado, se necesitan entre cuatro y cinco toneladas de pequeños peces pelágicos.
Según Greenpeace, al menos el 35% de los recursos pesqueros están sobreexplotados a nivel mundial, una cifra que se eleva al 90% en el Mediterráneo. La pesca industrial, según la organización, genera graves impactos sobre los océanos, devastando los fondos marinos, capturando especies protegidas incidentalmente y generando un alto porcentaje de descartes.
Este año, Greenpeace ha realizado un tour simultáneo con dos de sus barcos en España: el rompehielos Arctic Sunrise y el velero Witness. El Arctic Sunrise comenzó su recorrido en Bilbao el 7 de junio, seguido por Vilagarcía de Arousa, y su próxima parada será en Palma de Mallorca del 21 al 23 de junio, donde se pedirá la ratificación de España al Tratado Global de los Océanos y la protección de los mares.