Los Estados miembros de la Unión Europea, junto con la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, han aprobado definitivamente la revisión de la red transeuropea de transporte (RTE-T). Esta decisión sigue al acuerdo alcanzado en diciembre del año pasado. Tras la adopción del reglamento, el acto legislativo será firmado por los presidentes del Consejo y del Parlamento Europeo antes de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) en las próximas semanas. El reglamento revisado entrará en vigor 20 días después de su publicación.
La nueva normativa tiene como objetivo construir una red de transporte fiable, sin fisuras y de calidad que garantice una conectividad sostenible en toda Europa, eliminando interrupciones físicas, cuellos de botella y enlaces inexistentes. Las instituciones comunitarias han subrayado la importancia de esta revisión para mejorar la infraestructura de transporte en el continente.
El nuevo reglamento fusiona los corredores de la red básica con los corredores ferroviarios de mercancías, creando los llamados corredores europeos de transporte. Esta fusión pretende asegurar que la planificación de las infraestructuras responda a las necesidades operativas reales, integrando el ferrocarril, la carretera y las vías navegables. Según el Consejo Europeo, estos corredores son cruciales para el desarrollo de flujos de transporte sostenibles y multimodales en Europa.
Además, en respuesta al impacto de la guerra en Ucrania y para mejorar la conectividad con los países vecinos, el reglamento amplía cuatro corredores de la red RTE-T a Ucrania y Moldavia, mientras reduce las conexiones transfronterizas con Rusia y Bielorrusia.
El nuevo reglamento establece tres plazos para la finalización de la red: 2030 para la red principal, 2040 para la red principal ampliada y 2050 para la red global. Se ha introducido un plazo intermedio en 2040 para adelantar la finalización de proyectos a gran escala, principalmente transfronterizos, como las conexiones ferroviarias que faltan. Entre estos proyectos destacan las nuevas conexiones ferroviarias de alta velocidad entre Oporto (Portugal) y Vigo, y entre Budapest (Hungría) y Bucarest (Rumanía), que deben estar terminadas para 2040.
El Consejo Europeo ha ejemplificado los beneficios de la nueva red mencionando que, una vez completada, los pasajeros podrán viajar entre Copenhague (Dinamarca) y Hamburgo (Alemania) en dos horas y media, en lugar de las cuatro horas y media actuales.
Contribución a la movilidad sostenible y la cohesión
“La red RTE-T es un instrumento clave de la política de transportes de la UE con una enorme contribución a nuestros objetivos de movilidad sostenible, así como a la cohesión económica, social y territorial”, ha declarado Georges Gilkinet, viceprimer ministro belga y ministro de Movilidad. Bélgica ostenta la presidencia de la UE durante este semestre.
Gilkinet ha subrayado que la adopción del reglamento revisado es un paso significativo hacia una red sostenible y resistente en Europa, que debería responder a las preocupaciones de movilidad de los ciudadanos y empresas en los próximos años.