El emblemático rompehielos Arctic Sunrise de Greenpeace visitará el País Vasco, Galicia y Mallorca durante el próximo mes de junio. A esta travesía se unirá el Witness, el barco más reciente de la flota de la organización, que realizará su primera expedición en España para documentar el estado de protección marina en el Mediterráneo y los efectos causados por la acción humana, como la contaminación y el aumento de la temperatura del mar.
El tour del Arctic Sunrise contará con tres paradas en puertos. La primera será en el puerto de Bilbao del 7 al 9 de junio, donde se ofrecerán visitas al barco y talleres para todos los públicos sobre los océanos. Greenpeace celebrará el Día Mundial de los Océanos el 8 de junio con un concierto benéfico la noche del sábado. Posteriormente, el rompehielos se dirigirá a Vilagarcía de Arousa (Galicia), donde continuarán las visitas al barco y talleres, además de un taller participativo con el sector pesquero artesanal y la Ría de Arousa para abordar los impactos que enfrentan. La travesía finalizará en Palma de Mallorca, donde además de las visitas al barco, se llevarán a cabo jornadas con la comunidad científica para destacar la importancia de las reservas marinas en nuestras aguas.
El Arctic Sunrise llega a España para demandar la ratificación inmediata del Tratado Global de los Océanos por el gobierno español. Al menos 60 países deben ratificarlo antes de junio de 2025 para que pueda entrar en vigor y declarar los primeros santuarios oceánicos, protegiendo al menos el 30% de las aguas internacionales para 2030.
Tras la aprobación conjunta de la Unión Europea, es el turno de los países miembros para ratificar este tratado de protección de la alta mar, aprobado hace más de un año en Naciones Unidas. Hasta mayo de 2024, solo cinco países han ratificado el tratado: Palau, Chile, Seychelles, Belice y Mónaco (primer país europeo). España aún no ha ratificado el tratado, por lo que Greenpeace insta al Gobierno español a acelerar la ratificación y asignar fondos para su implementación, además de seguir apoyando una pausa precautoria contra la minería submarina. Esta industria emergente, promovida por gobiernos y empresas principalmente del norte global, podría causar daños irreparables a nuestros océanos.
Según Grenpeace, a nivel nacional, también es necesario que el 30% de nuestras aguas cuente con protección para 2030, cumpliendo así con los compromisos internacionales. Más allá del porcentaje de protección escrito en el papel, es crucial que existan planes de gestión efectivos para su conservación. El Witness documentará los fondos marinos del Mediterráneo y su estado de conservación, resaltando la importancia de una protección efectiva para la preservación de nuestros mares.