Los trabajos de urbanización y vallado de la futura Base Logística del Ejército de Tierra (BLET) en Córdoba están en una fase avanzada, cubriendo más de 80 hectáreas destinadas a este proyecto. Así lo ha anunciado el teniente general Luis Cebrián, director general de Infraestructuras del Ministerio de Defensa, durante su participación en la Jornada Logística del Puerto de Algeciras.
Según Cebrián, la urbanización de la zona debería estar concluida en febrero de 2025, permitiendo que la construcción de los edificios inicie a mediados de ese año. La base está prevista para estar completamente operativa a principios de 2028. «Este proyecto no es una historia de fe y futuro, sino una realidad en marcha y es imparable», enfatizó el teniente general.
La inversión inicial de 350 millones de euros se ha incrementado hasta alcanzar los 500 millones. La Junta de Andalucía aportará 100 millones de euros, que se destinarán a uno de los edificios de abastecimiento más avanzados tecnológicamente. Por su parte, el Ayuntamiento de Córdoba ha comprometido 25 millones de euros para la urbanización, mientras que el Ministerio de Defensa invertirá unos 255 millones adicionales en contratación.
El general Fernando García y García de las Hijas, jefe de mando de apoyo logístico del Ejército de Tierra, ha destacado que la BLET es un modelo de transformación y vanguardia para el Ejército, señalando que es una prioridad para Defensa en colaboración con la industria militar auxiliar. Empresas como Escribano y Navantia ya están orientando sus actividades hacia Córdoba en anticipación a la apertura de la base.
La base, ubicada en La Rinconada, agrupará todas las actividades de mantenimiento del material del Ejército de Tierra en un único recinto, reduciendo los tiempos de servicio y optimizando la infraestructura. Contará con 32 edificios inteligentes y se espera que albergue a doce unidades logísticas, actualmente dispersas en nueve ubicaciones diferentes.
Las instalaciones no solo consolidarán las operaciones logísticas del Ejército, sino que también impulsarán el desarrollo económico, social y tecnológico de la región andaluza. La base empleará a cerca de 600 militares y 1.100 civiles, y se destacará por sus sistemas avanzados, como vehículos autónomos para gestión logística, uso de inteligencia artificial y drones para monitorización interna, y tecnologías de fabricación aditiva para la producción de repuestos.