El buque petrolero K ONSET, abanderado en Liberia y dedicado al transporte de productos químicos y petrolíferos, sufrió una avería significativa en su estructura que resultó en un vertido de fuel oil en el puerto de Ceuta, en el muelle Alfau.
Este incidente ha llevado a los ecologistas de Verdemar a reaccionar con urgencia, solicitando a la Capitanía Marítima un incremento en las inspecciones y una aplicación más rigurosa de las regulaciones vigentes para buques que representan un alto riesgo. La organización ecologista destacó la falta de inspecciones regulares en Ceuta, en comparación con el puerto de Algeciras, líder nacional en esta práctica con el mayor número de revisiones de buques en España.
El petrolero K ONSET, con 127 metros de eslora y 20 de manga, y construido en 2006, ha sido señalado por no cumplir adecuadamente con el Memorando de París sobre normas de seguridad, lo que pone en evidencia la necesidad de un seguimiento más estricto a los buques de bandera de conveniencia que frecuentemente presentan deficiencias.
El impacto ambiental del incidente aún no ha sido cuantificado en detalle, ya que no se han proporcionado cifras exactas sobre la cantidad de hidrocarburos vertidos al mar. Esta falta de información concreta aumenta la preocupación sobre las posibles consecuencias a largo plazo para el ecosistema marino del Estrecho de Gibraltar.
Verdemar ha hecho un llamamiento a la Capitanía Marítima de Ceuta para que adopte medidas más severas y regulares, asegurando que los buques que navegan por sus aguas cumplan con todas las normativas internacionales de seguridad y protección ambiental. La organización sugiere inspecciones frecuentes y meticulosas, esenciales para prevenir futuros incidentes que puedan poner en riesgo tanto la seguridad marítima como el entorno natural.
La Capitanía Marítima de Ceuta ha informado que el buque de bandera liberiana dejó escapar entre 25.000 y 30.000 litros de fueloil 180, siendo el mayor vertido de hidrocarburos registrado en la historia de Ceuta pero, a pesar de su magnitud, las autoridades han confirmado que las especies marinas protegidas, en particular las lapas, no han sido alcanzadas por la contaminación.