La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife ha sido certificada en su Sistema de Revisión Ambiental Portuaria (PERS), tras una evaluación independiente por parte de LRQA Nederland BV, lo que subraya el compromiso con la sostenibilidad ambiental, alineándose con las prácticas más avanzadas en gestión ambiental exclusivamente diseñadas para el sector portuario.
El certificado PERS, que forma parte de la Red EcoPorts y se ajusta a las directrices de la European Sea Ports Organisation (ESPO), establece objetivos claros para los puertos en su transición hacia operaciones más sostenibles. Esta certificación posiciona a los Puertos de Tenerife entre los once en España que han implementado prácticas responsables y avanzadas para minimizar el impacto ambiental de sus actividades.
Esta distinción complementa la certificación del Sistema de Gestión Ambiental según la norma ISO 14.001:2015, obtenida en octubre de 2023, demostrando un enfoque integrado y sistemático para incorporar aspectos ambientales en los procedimientos operativos del puerto. Desde la implementación inicial del Sistema de Gestión Ambiental en 2014 y su renovación trienal, la Autoridad Portuaria ha logrado un equilibrio efectivo entre la actividad económica y la protección ambiental y social.
Además, la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife ha adjudicado recientemente un servicio de asistencia para la medición y reducción de la Huella de Carbono en todos sus puertos. Este proyecto es fundamental para desarrollar estrategias efectivas que mitiguen las emisiones de gases invernadero generadas tanto por la autoridad portuaria como por las organizaciones operativas dentro de sus instalaciones. La evaluación de la huella de carbono se ha realizado desde 2021 y continuará hasta 2024, con el objetivo de reducir las emisiones a través de medidas como la eficiencia energética, la producción de energía renovable y el uso de vehículos eléctricos.
La Autoridad Portuaria también ha observado una reducción significativa en las emisiones de gases de efecto invernadero desde la primera evaluación de su huella de carbono en 2022, que analizó las emisiones entre 2017 y 2020. Los resultados mostraron una disminución notable de emisiones, lo que refleja el éxito de las políticas implementadas para reducir el impacto ambiental de las actividades portuarias.