La producción de acero en España experimentó una caída del 1,2% en 2023, regresando a niveles similares a los de 2020, según UNESID, la asociación que representa a las empresas productoras de acero y sus productos de primera transformación en el país. Este descenso, que situó la producción en 11,4 millones de toneladas, se atribuye principalmente a los elevados costes energéticos que ha enfrentado la industria siderúrgica española, con un precio medio del pool eléctrico de 87,1 KWh, casi el doble del registrado en 2019.
No obstante, a pesar de las turbulencias de los últimos dos años, hay signos de mejora a principios de 2024, aunque se advierte que deben interpretarse con precaución, ante la necesidad de que las autoridades faciliten condiciones competitivas para la industria en su compromiso con la descarbonización.
En cuanto al reciclaje, la chatarra férrica en España vio un incremento del 3,2% hasta alcanzar los 9,3 millones de toneladas, con un 80% del acero producido en España proveniente de la chatarra, posicionando a las fábricas españolas entre los principales recicladores de Europa.
Las entregas de productos siderúrgicos al mercado en 2023 experimentaron una caída del 3,0%, llegando a 11,6 millones de toneladas. Esta disminución se debe principalmente a la debilidad del sector industrial europeo, con una reducción del 7,6% en las ventas hacia esta región y un descenso del 1,3% en el mercado doméstico.
El consumo aparente de productos siderúrgicos en España aumentó ligeramente un 1,2%, impulsado principalmente por los proveedores europeos. Se observó un aumento del 4,3% en la demanda de productos largos, mientras que la de productos planos cayó un 0,5%.
En el comercio exterior, las importaciones aumentaron un 3,3% hasta 10,1 millones de toneladas, mientras que las exportaciones disminuyeron un 5,8%, registrando un déficit comercial de 520 millones de euros, el primero en quince años. Este panorama refleja los retos que enfrenta la industria siderúrgica española en un contexto de elevados costes energéticos y una demanda fluctuante en el mercado europeo.