La Coordinadora de Trabajadores de los Puertos Andaluces (TPA) ha expresado su preocupación ante el aumento sin precedentes del tráfico de camiones en el puerto de Algeciras, alertando sobre el riesgo de un posible colapso en las infraestructuras y una presión insostenible sobre los trabajadores portuarios. A través de una carta dirigida al presidente y al director de la Autoridad Portuaria de Bahía de Algeciras (APBA), la Coordinadora TPA ha subrayado la urgencia de implementar medidas efectivas para mitigar esta situación crítica.
De momento, el despliegue de patrullas de la Policía Portuaria para gestionar los atascos, ha resultado insuficiente. Este abordaje ha provocado un aumento del estrés y la ansiedad entre los trabajadores debido a las condiciones de alto riesgo y los enfrentamientos ocasionales con camioneros. Además, esta situación ha limitado derechos laborales fundamentales, como el disfrute de asuntos propios del personal, y ha incrementado los riesgos para todos los usuarios del puerto.
La Coordinadora TPA reclama una planificación detallada y la adopción de un plan de acción para resolver de manera efectiva la problemática diaria que enfrentan. A pesar de reconocer los esfuerzos del departamento de Protección Portuaria, insisten en la necesidad de implementar medidas adicionales para normalizar la situación.
El origen del problema radica en la diversidad de los flujos de tráfico. Los camiones llegan de diferentes ubicaciones: algunos procedentes de Tánger-Med en barcos de pasajeros, otros en embarcaciones RO-RO, y algunos por carretera con destino a Tánger-Med. También hay movimientos constantes entre las terminales de TTI y APM para carga y descarga, así como aquellos que pasan por el Puesto de Control Fronterizo (PCF).
La escalada del tráfico rodado no se ha visto acompañada de un aumento proporcional en las instalaciones portuarias, lo que ha llevado a frecuentes situaciones de desbordamiento. Esta insuficiencia de infraestructura obliga a los camiones a estacionarse en vías de circulación, causando colas kilométricas y atascos que interrumpen el flujo normal de vehículos.
La situación se agrava por la falta de información precisa sobre los horarios de embarque y los retrasos significativos en las rotaciones de los barcos, lo que contribuye a una mala organización en los embarques de camiones. Los problemas se intensifican en la salida sur del puerto, especialmente en horas punta, elevando los riesgos para la seguridad vial. Asimismo, las terminales de contenedores APM y TTI experimentan una gran afluencia de camiones, provocando colapsos adicionales.