Cepsa ha destacado en 2023 por su ambiciosa estrategia Positive Motion, en un año marcado por cambios significativos en el sector energético. Este enfoque ha llevado a la compañía a transformarse de un tradicional operador de oil & gas en un líder europeo en la producción de moléculas verdes. Este cambio estratégico se evidencia en la venta del 50% de su cartera de Exploración y Producción, un movimiento que ha contribuido a un resultado bruto de explotación ajustado (clean CCS EBITDA) de 1.402 millones de euros.
El beneficio neto ajustado (CCS) alcanzó los 278 millones de euros en 2023, reflejando así la venta de activos de Exploración y Producción en Abu Dabi. Este resultado subraya la capacidad de adaptación y resiliencia de la empresa frente a desafíos como la reducción en la producción del negocio de Exploración y Producción y el impacto del impuesto extraordinario a las empresas energéticas. A pesar de estos retos, el flujo de caja operativo se mantuvo fuerte, con 1.126 millones de euros, demostrando la solidez financiera de la compañía.
En términos fiscales, Cepsa realizó una contribución significativa, con un total de 5.529 millones de euros, de los cuales el 75% (4.150 millones de euros) se abonaron en España. Este importe incluye 323 millones de euros correspondientes al impuesto extraordinario a las empresas energéticas, basado en los ingresos de 2022.
La deuda neta de Cepsa se situó en 2.291 millones de euros al cierre del año, evidenciando una notable reducción en comparación con 2022. Esto ha sido posible gracias a una eficiente generación de caja, y la empresa mantiene una robusta posición de liquidez de 4.359 millones de euros, que le permite afrontar vencimientos de deuda hasta finales de 2028.
En cuanto a inversiones, durante 2023 estas ascendieron a 732 millones de euros, con cerca del 40% destinado a proyectos sostenibles, lo que demuestra el compromiso continuo de Cepsa con su estrategia de sostenibilidad. Un hito relevante fue el inicio, en febrero de 2024, de la construcción de la mayor planta de biocombustibles de segunda generación del sur de Europa. Esta planta, que empezará a operar en 2026, es fruto de una joint venture con Bio-Oils y representa una inversión de 1.200 millones de euros. Con una capacidad de producción de 500.000 toneladas anuales de combustible sostenible para aviación y diésel renovable, este proyecto posicionará a España como un proveedor líder en la descarbonización del transporte.
En el ámbito de la gobernanza y sostenibilidad (ESG), Cepsa ha logrado avances notables, alcanzando la mitad de su objetivo de reducción de emisiones de alcance 1 y 2 para 2030, y aproximándose a sus metas de reducción del uso de agua dulce y aumento del porcentaje de mujeres en puestos de liderazgo. Este progreso ha sido reconocido por agencias internacionales como S&P Global, Moody’s y Sustainalytics, que han otorgado a Cepsa altas calificaciones en los ratings de ESG, evidenciando los logros y compromisos de la empresa en esta área crucial.