El Puerto de Tarragona se convirtió en un punto de referencia para el transporte de mercancías de gran tamaño y valor, tras la exitosa carga de dos módulos de 125 y 135 toneladas cada uno, desde el muelle de Castella. La operación de Project Cargo involucró un condensador construido en el polígono Francolí, siendo estibado por Euroports con la colaboración de DSV, con destino a Bélgica.
Esta delicada y precisa operativa, que se completó en menos de cuatro horas, implicó la carga de seis elementos que sumaban un total de 270.100 kg con un volumen de 803 m³ al buque Treville. Esta embarcación, construida en 2018 y que navega bajo bandera neerlandesa, cuenta con 90 metros de eslora, 15 de manga y un arqueo bruto de 3.415 GT, y fue la encargada de transportar esta compleja carga hasta el puerto de Amberes en Bélgica.
El Puerto de Tarragona destaca no solo por su capacidad para gestionar una amplia gama de cargas, desde productos manufacturados hasta productos agroalimentarios, sino también por sus instalaciones idóneas para este tipo de tráficos. Cuenta con grandes esplanadas al aire libre para facilitar el embarque directo desde el muelle, amplias áreas operacionales y mano de obra especializada. Las condiciones meteorológicas del Campo de Tarragona permiten el trabajo en exteriores durante todo el año, apoyadas por una importante industria auxiliar y el potente clúster petroquímico de la zona, referencia en el sur de Europa.
Además, el puerto dispone de áreas operacionales con una disponibilidad de 280.000 m², rampas RO-RO y una excelente accesibilidad terrestre y ferroviaria, fundamentales para la logística de suministro de este tipo de proyectos. Su calado de 16 metros de profundidad es clave para permitir el atraque de buques especiales preparados para transportar grandes cargas, que son imposibles de trasladar con buques de carga contenerizada, reafirmando así la posición del Puerto de Tarragona como un hub logístico e industrial esencial