La Policía Nacional, la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria han logrado interceptar un velero con bandera venezolana a 500 millas de las Islas Canarias. Esta embarcación, de once metros de eslora, transportaba aproximadamente 200 kilos de cocaína, aún a la espera de un pesaje oficial, distribuidos en ocho fardos.
El abordaje se realizó a través del patrullero ‘Petrel’ de Vigilancia Aduanera, donde se detuvo al único tripulante a bordo, un ciudadano de nacionalidad portuguesa. Dada la condición deteriorada del velero, se trasladó la carga al patrullero, lo que desafortunadamente condujo al posterior hundimiento de la embarcación. Curiosamente, la droga se encontraba distribuida por el interior del velero sin ningún tipo de ocultamiento, una situación atribuida a las reducidas dimensiones de la nave.
Esta operación es el resultado de un esfuerzo de colaboración internacional, con inteligencia proporcionada por los Servicios de Aduana de Francia (DNRED) y la DEA de EE.UU., coordinada a través del Centro de Análisis contra el Narcotráfico Marítimo en el Atlántico (MAOC) y el Centro de Inteligencia con el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).
El patrullero ‘Petrel’ ha llegado al puerto de Vigo para proceder a la descarga de la droga y el traslado del detenido a la Audiencia Nacional, en un operativo llevado a cabo por Policía Nacional, Guardia Civil y Vigilancia Aduanera.
Este suceso se inscribe dentro de la lucha contra el tráfico de drogas en la denominada ‘Ruta Atlántica’ de la cocaína. Esta ruta es conocida por ser utilizada por embarcaciones de diversos tipos, procedentes de Sudamérica y el Caribe, para trasbordar sustancias estupefacientes en el Atlántico y su posterior introducción en Europa.