La Fragata Victoria de la Armada Española ha retornado a la Base Naval de Rota, finalizando un despliegue de cuatro meses y medio en la operación Atalanta, enfocada en la lucha contra la piratería en las costas de Somalia y el Océano Índico occidental. Este ha sido su sexto despliegue en la misión de la Fuerza Naval de la Unión Europea (Eunavfor).
Durante su misión, la fragata, perteneciente a la 41 Escuadrilla de Escoltas, navegó más de 26.000 millas náuticas, patrullando principalmente el Océano Índico y el Golfo de Adén. Este despliegue ha coincidido con un aumento en la piratería en la región, situación que llevó a la Victoria a intervenir directamente en cuatro casos de lucha contra este flagelo, incluyendo la liberación del pesquero iraní ‘Almeraj-1’ en aguas de Somalia.
A bordo, la fragata contó con el apoyo de unidades aéreas de la Flotilla de Aeronaves, incluyendo drones «Scan Eagle» de la Undécima Escuadrilla y un helicóptero AB-212 de la Tercera Escuadrilla, contribuyendo significativamente en misiones de vigilancia y reconocimiento. Adicionalmente, se integraron equipos de operaciones especiales de la Fuerza de Guerra Naval Especial y un Equipo Operativo de Seguridad del Tercio de Armada (TEAR) para tareas de seguridad marítima.
El aspecto sanitario fue crucial durante la misión, con la presencia de un médico de medicina general (ROLE 1) y un equipo de sanidad reforzado (ROLE 2) en los periodos de mayor actividad operativa. Desde diciembre, la Victoria asumió el rol de buque de mando de la operación, con el Comodoro Fuzileiro de la Marina Portuguesa al mando y un Estado Mayor multinacional.
La fragata ha fortalecido la cooperación con líderes locales y fuerzas marítimas tanto nacionales como internacionales, realizando escalas en diversos puertos estratégicos. Con más de 134 días fuera de base, la Victoria ha reafirmado el compromiso continuo de la Armada Española con la operación Atalanta, siendo relevada el pasado 20 de febrero por la fragata Canarias.