El Puerto de Barcelona ha anunciado un aumento del 4,4% en su cifra de negocio durante el año 2023, alcanzando los 189 millones de euros, superando así los 181 millones registrados en 2022. Este crecimiento se ha producido a pesar de la disminución en los tráficos totales y una reducción en los beneficios. El tráfico de vehículos, sin embargo, ha mostrado un desempeño destacado.
En cuanto al resultado de explotación, el puerto experimentó una disminución del 18,5%, pasando de 54 millones de euros en 2022 a 44 millones en 2023. Este descenso se atribuye al aumento en gastos de mantenimiento de infraestructura, incrementos salariales y el traslado de la terminal de cruceros del World Trade Center al muelle Adossat.
La dirección del puerto, encabezada por Lluís Salvadó, José Alberto Carbonell y Miriam Alaminos, ha enfatizado el impacto de las crisis geopolíticas en la operación portuaria, en particular la crisis del Mar Rojo en la última semana del 2023. Resaltaron el éxito de su plan de recuperación post-Covid, que ha generado beneficios significativos para la comunidad portuaria.
La facturación agregada de las 16 empresas que forman parte de la corporación del puerto ascendió a 344 millones de euros, generando 1.481 empleos.
En términos de tráfico de mercancías, el puerto sufrió una disminución del 9,8%, influenciado por conflictos geopolíticos como el del Mar Rojo. Los contenedores también registraron pérdidas, con un movimiento de 3,3 millones de TEUs, un 7% menos que en 2022, debido principalmente a una reducción en los transbordos y exportaciones.
El tráfico del hinterland del puerto mostró una caída moderada de 4,3%, mientras que el cabotaje experimentó un aumento significativo del 18%. Salvadó destacó el crecimiento del 33,7% en el tráfico de vehículos, con 790.000 unidades manejadas. El puerto se ha consolidado como un hub clave para la entrada de vehículos eléctricos fabricados en China en el sur de Europa y el Mediterráneo.
El movimiento de sólidos a granel alcanzó un récord con 4,8 millones de toneladas, un aumento del 5,6% en comparación con 2022. Por otro lado, los líquidos a granel registraron una disminución del 17,1%, afectados por la baja demanda de productos derivados del petróleo y gas natural.
El tráfico ro-ro se mantuvo estable, con 414.000 UTIs, mientras que el tráfico de pasajeros experimentó un crecimiento del 34,9%, impulsado por el aumento de la ocupación de los buques operando en el puerto, con un notable incremento del 52,9% en el número de cruceristas.