La Junta de Andalucía ha iniciado los planes de mejora de la calidad del aire en cinco zonas industriales de la región: Bahía de Algeciras, Bailén (Jaén), Huelva, Carboneras (Almería) y Puente Nuevo (Córdoba). Estos planes se suman a otros siete ya formulados por el Gobierno andaluz, que incluyen Granada y su área metropolitana, Bahía de Cádiz, núcleos de población de entre 50.000 y 250.000 habitantes, zonas rurales, Málaga y Costa del Sol, Sevilla y su área metropolitana, y Villanueva del Arzobispo (Jaén).
La necesidad de estos planes surge debido a que las mencionadas zonas han superado en alguna ocasión los parámetros de contaminantes como material particulado, ozono, dióxido de azufre y dióxido de nitrógeno, según las mediciones de la Red de Vigilancia y Control de la Calidad de Aire de Andalucía. Estos parámetros son fundamentales en la Estrategia de Calidad de Aire, aprobada en 2020.
Los planes propuestos abordarán la naturaleza y origen de la contaminación, establecerán objetivos cuantificados para reducir los niveles de contaminantes y analizarán las medidas a adoptar para cumplir con la legislación vigente. Posteriormente, serán evaluados por la Consejería de Salud y Consumo para determinar su impacto en la salud.
Estos planes no solo se limitarán a las zonas industriales, sino que también incluirán a localidades cercanas afectadas, como La Línea de la Concepción, Los Barrios, San Roque, Villanueva de la Reina, Níjar, Espiel, Obejo, Villaharta, Aljaraque, Gibraleón, Moguer, Niebla, Palos de la Frontera, Punta Umbría y San Juan del Puerto.
Se solicitará a los municipios involucrados que proporcionen información relevante para la redacción de los planes, incluyendo datos sobre movilidad urbana y políticas sectoriales. Además, se contempla una fase de información pública y audiencia pública, donde personas, administraciones y entidades interesadas podrán participar y aportar.
La finalidad de estos planes es prevenir y reducir la contaminación atmosférica, protegiendo el medio ambiente y la salud pública de los efectos adversos de las actividades humanas. Se busca mantener y, en lo posible, mejorar los niveles de calidad del aire, alineándose con los valores guía de la Organización Mundial de la Salud. Estas medidas representan un compromiso del Gobierno andaluz en la lucha contra el cambio climático y apuntan a un beneficio directo para la población de las zonas afectadas.