La división logística de Maersk ha decidido no seguir adelante con la construcción de su anunciado almacén en Mercazaragoza. Esta determinación, comunicada a través de un burofax el pasado 11 de diciembre, implica la pérdida de una inversión de 20 millones de euros y la oportunidad de generar alrededor de cien empleos. Además, frustra la instalación de un centro pionero que tenía como objetivo reforzar la competitividad de la Terminal Marítima de Zaragoza (TMZ).
La renuncia de Maersk representa un golpe a los planes de expansión de la plataforma agroalimentaria y al tejido logístico de Aragón. Según el gerente de Mercazaragoza, Sergio Alarcón, esta decisión priva a la región de la oportunidad de potenciar su desarrollo.
El acuerdo inicial, firmado en otoño de 2022, contemplaba un contrato de arrendamiento a largo plazo de 42.000 metros cuadrados en Mercazaragoza. Sin embargo, pasados quince meses desde el anuncio, la construcción del almacén aún no había comenzado.
Tras la renuncia de Maersk, el consejo de administración de Mercazaragoza se reunió para analizar el futuro de los 45.000 metros cuadrados disponibles. Se barajan diferentes opciones, incluida la posibilidad de dividir las parcelas y alquilarlas a distintos operadores para maximizar la rentabilidad.
El consejo también está evaluando los daños ocasionados por la retirada de Maersk y la retención de la fianza de 70.000 euros acordada previamente. Aunque se prevé que la adjudicación de las parcelas se realice este año, se está considerando la opción de ofrecerlas por separado a fin de obtener una mayor rentabilidad y atraer a más interesados.
A pesar de este revés, Mercazaragoza sigue siendo un punto de interés para diversas empresas, y se espera que la decisión final sobre la adjudicación de las parcelas se tome antes del próximo verano. Sin embargo, la sociedad asegura que no buscará llenar el vacío dejado por Maersk a expensas de desplazar a otras empresas ya establecidas en la zona.
Además, durante la reunión del consejo de administración también se aprobaron las cuentas del ejercicio 2023, que arrojaron un beneficio neto de 1,5 millones de euros. Una parte de estos fondos se destinará a la reserva voluntaria de la sociedad, mientras que otra parte se destinará a la reserva obligatoria según lo establecido por la normativa vigente.