El Puerto de Bilbao cerró el año 2023 con un tráfico de 32,8 millones de toneladas, evidenciando un crecimiento marginal del 0,11% en comparación con el año anterior. Este leve aumento se ha visto influenciado principalmente por los tráficos de graneles líquidos y sólidos. Sin embargo, diciembre presentó desafíos significativos debido al mal tiempo, lo que resultó en la pérdida de más de medio millón de toneladas y 21 escalas de barcos. A pesar de estas adversidades, el Puerto de Bilbao destaca por su versatilidad y capacidad para manejar diversos tipos de mercancías, lo que le ha permitido obtener resultados más favorables que la media de los Puertos del Estado, que registraron un descenso del 3,3%.
El Puerto de Bilbao se posiciona como un enclave crucial para la economía regional, destacándose en exportaciones e importaciones, ocupando el tercer lugar en ambos sectores a nivel nacional. Además, el 38% de su superficie concesionada está destinada a empresas industriales, reflejando su fortaleza como puerto logístico-industrial, especialmente en los sectores energético y eólico.
En cuanto a la diversificación de tráficos, se ha observado un aumento en los graneles líquidos y sólidos, con una notable exportación de coque de petróleo y la importación de cereales y harinas. A pesar de un descenso en la mercancía general, ciertos segmentos como la maquinaria y los materiales de construcción han experimentado crecimiento.
La dársena bilbaína también mantiene su liderazgo en tráficos con el Reino Unido e Irlanda, y un 33% del tráfico español pasa por este puerto. El aumento en el movimiento de buques y pasajeros, así como el crecimiento en el uso del transporte ferroviario para contenedores, reflejan la continua expansión y eficiencia del puerto.
En el ámbito financiero, el Puerto de Bilbao ha mantenido sus tarifas por cuarto año consecutivo, a pesar de un aumento general de la inflación, y ha implementado bonificaciones para buques que utilizan combustibles alternativos. Para 2024, se esperan inversiones significativas en áreas como la transición energética, infraestructura básica, intermodalidad, digitalización, innovación y la relación puerto-ciudad.
La ampliación del puerto y la electrificación de los muelles son proyectos clave que marcarán el año 2024, con la intención de reducir las emisiones de CO2 y otros impactos ambientales, alineándose con los objetivos de sostenibilidad y descarbonización de la UE.