La capilla histórica del Astillero de Puerto Real, una estructura emblemática situada junto al dique de Matagorda y el Museo El Dique, ha sido objeto de un meticuloso proceso de restauración por parte de Navantia. Este edificio, que data de hace casi 140 años y que ha servido de escenario para numerosos actos institucionales, ha sido renovado para asegurar su preservación futura.
Las obras, iniciadas en marzo, se centraron en la restauración de elementos estructurales esenciales. Se abordaron desafíos como la entrada de agua en el suelo y la capilaridad en la piedra, además de reparar daños en algunas maderas de la cúpula de la capilla. El proceso incluyó técnicas avanzadas como la limpieza con bicarbonato de sodio, limpieza láser, sellado de juntas con mortero e hidrofugado con nanopartículas, y la eliminación de óxido mediante raspado metálico.
Además de estos trabajos de consolidación estructural, se realizó la restauración de elementos específicos, como la cúpula de madera y la puerta, incluyendo los vidrios. Para prevenir futuros daños por humedad, se construyó un acerado perimetral alrededor del edificio. Como toque final, se instaló iluminación ornamental exterior, realzando su valor estético y patrimonial.
El proyecto ha contado con la aprobación de la Junta de Andalucía, dada la condición del recinto del astillero como Bien de Interés Cultural. Esta restauración no solo conserva el edificio, sino que también enfatiza la importancia histórica, arquitectónica y cultural de la capilla, un testigo silencioso de la rica historia y evolución del astillero.