El Puerto de Barcelona está tomando medidas proactivas para enfrentar la situación de sequía declarada por el Gobierno de la Generalitat de Cataluña, buscando firmar un acuerdo con las compañías de cruceros que operan en la ciudad, con el objetivo de que los barcos se abastezcan de agua en el puerto barcelonés solo en casos de extrema necesidad, especialmente durante la fase de emergencia por sequía.
Según las directrices actuales y futuras del Gobierno de Cataluña, el Puerto catalán proporcionará agua únicamente a aquellas embarcaciones que demuestren no tener alternativas viables de suministro. Esta iniciativa, liderada por la Autoridad Portuaria de Barcelona y su Comunidad, refleja un compromiso con las medidas de ahorro de agua recomendadas por las autoridades competentes. Se trata de una forma de autorregulación que contribuye a la reducción del consumo de agua.
El sector de los cruceros ha disminuido significativamente su demanda de agua en el Puerto de Barcelona en los últimos años, en gran parte debido a la implementación de sistemas de potabilización a bordo, que les permite generar su propia agua. Esta autosuficiencia ha resultado en que la mayoría de los cruceros no utilicen el servicio de aguada durante sus escalas en Barcelona.
En 2022, el consumo de agua de los cruceros representó solo el 0,09% del total de la ciudad de Barcelona. Consciente de que las embarcaciones tienen opciones alternativas de suministro en otros puertos de sus rutas, el Puerto de Barcelona ha hecho un llamamiento a la sensibilidad de las compañías de cruceros para minimizar el suministro de agua en sus instalaciones.
Según el Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y de Marina Mercante, los puertos están obligados a proporcionar agua a todos los barcos que lo soliciten, pero en esta situación de emergencia, se busca un enfoque más consciente y restrictivo.