Un total de 1,2 millones de aves migratorias pasaron por el Estrecho de Gibraltar entre el 5 de mayo y el 5 de diciembre del pasado año, según datos registrados por la Fundación Migres. Este fenómeno se enmarca en un proyecto de seguimiento de aves que se lleva a cabo desde 1997. El proyecto se centra en el estudio de aves planeadoras, marinas, costeras y paseriformes.
En el año 2023, la fundación contabilizó un total de 556.160 aves planeadoras en paso. Dentro de esta cifra, se incluyen 152.000 cigüeñas y 404.000 rapaces, abarcando 35 especies diferentes. Los censos se efectuaron desde los observatorios de Punta Camorro, en Tarifa (Cádiz), y Algarrobo, en Algeciras (Cádiz).
Entre las especies más frecuentes, se destacaron el milano negro, con 271.400 individuos; la cigüeña blanca, con 147.500; el halcón abejero, con 67.600; el águila calzada, con 26.300; el águila culebrera, con 17.100; y el buitre leonado, con 13.900. Además, se observaron números significativos de especies amenazadas como la cigüeña negra y el alimoche, con 4.500 y 3.200 ejemplares respectivamente.
La Fundación Migres ha calificado el año como particularmente positivo para las aves planeadoras, observando un incremento en la última década. Este aumento se atribuye principalmente al récord de milanos negros y a las buenas cifras de cigüeñas.
Además, se registró el paso de centenares de flamencos, garzas y espátulas. Se contabilizaron 298.650 pequeños migrantes, pertenecientes a 54 especies, que incluyen vencejos, abejarucos, alondras, aviones, golondrinas, bisbitas, lavanderas, fringílidos, estorninos y gorriones.
El paso migratorio por el Estrecho fue calificado como «muy bueno» para abejarucos, aviones, golondrinas, vencejos reales y lúganos. Sin embargo, fue considerado «muy malo» para vencejos comunes y pálidos, fringílidos y gorriones.
Por otro lado, se registraron 381.860 aves marinas, incluyendo 338.000 pardelas cenicientas, 17.200 pardelas baleares, 10.700 alcatraces, y otros grupos de gaviotas, charranes, págalos, alcas, frailecillos y anátidas. Una campaña específica de seguimiento de la pardela balear, realizada entre mayo y julio, contabilizó 25.270 ejemplares en rumbo hacia el Atlántico, resaltando la relevancia del Estrecho para esta especie en peligro de extinción.
Finalmente, la fundación lamentó que la temporada fuera desastrosa para alcatraces y págalos, lo cual podría reflejar el impacto de la gripe aviar en estas poblaciones.