El Puerto de Lisboa ha establecido una nueva tasa turística de dos euros por día para cada pasajero de crucero, a implementarse a partir de enero de 2024. La medida, que se espera genere ingresos anuales de aproximadamente 1,2 millones de euros, ha sido objeto de críticas por parte de las compañías navieras.
Actualmente, la Autoridad Portuaria de Lisboa y el Ayuntamiento están definiendo el procedimiento para el cobro de esta tasa a través de la plataforma Janela Única Logística. Las navieras de cruceros serán responsables de realizar el pago.
La propuesta del impuesto turístico se comunicó inicialmente a la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) hace varios meses, encontrando resistencia entre las líneas de cruceros. Este impuesto se suma al ya existente para turistas alojados en hoteles en Portugal.
El alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, ha expresado su descontento con la oposición de las navieras, calificándola de «vergonzosa» y amenazando con restricciones a los cruceros si continúan resistiéndose al pago de la tasa. Entre las medidas que podría adoptar el ayuntamiento, se incluye la limitación en la movilidad de los autobuses turísticos asociados a los cruceros.
El Puerto de Lisboa anticipa un año récord en 2023, con una estimación de 700.000 pasajeros y 350 escalas de cruceros, lo que resalta la importancia económica de este sector para la ciudad. La implementación de esta nueva tasa turística se presenta como un punto de conflicto significativo entre el gobierno local y las compañías de cruceros.