Durante el año 2023, MSC (Mediterranean Shipping Company) ha consolidado su posición como líder en el mercado de transporte de contenedores, ampliando significativamente su capacidad. Según datos de Alphaliner, la compañía ha sido responsable de la mitad del crecimiento total de la flota de portacontenedores el año pasado, agregando aproximadamente un millón de TEUs a su flota. Este incremento representa un notable aumento en la capacidad global, considerando que la flota de contenedores mundial aumentó en dos millones de TEUs.
MSC ha invertido en buques de gran eficiencia y tamaño, destacando la incorporación de 14 embarcaciones Megamax con capacidad de 24.000 TEUs cada una. Estos buques, por sí solos, añadieron un punto porcentual a la capacidad celular global. Además, la compañía adquirió 26 barcos Neopanamax, cada uno con una capacidad aproximada de 15.000 TEUs.
La estrategia de crecimiento de MSC no muestra signos de disminución. La empresa tiene un libro de pedidos que alcanza casi 1.5 millones de TEUs, superando ampliamente a sus competidores en este aspecto. Paralelamente, MSC ha intensificado sus esfuerzos en el arrendamiento y la compra de tonelaje usado. Desde el auge del transporte de carga durante la pandemia, MSC ha incrementado notablemente su flota de buques de segunda mano y actualmente posee alrededor de un cuarto de todos los portacontenedores con más de 20 años, una edad considerada crítica para la demolición.
El destino de estos barcos más antiguos y las decisiones de MSC sobre su tonelaje serán determinantes para la configuración futura de la flota global de contenedores.
Por otro lado, Maersk, el anterior líder del mercado, ha tomado un camino diferente. Su flota se redujo en un 3% el año pasado, ampliando la ventaja de MSC en 1,5 millones de TEUs. Si Maersk continúa con esta tendencia, podría perder su posición como segundo mayor operador frente a CMA CGM en los próximos años, según Alphaliner. Maersk ha reorientado su estrategia hacia su negocio de logística integrada, restándole importancia al tamaño de su flota como factor de rentabilidad, un enfoque que parece no generar preocupaciones en su sede en Copenhague.