La naviera danesa Maersk se prepara para retomar sus operaciones de transporte marítimo en el Mar Rojo y el Golfo de Adén. La compañía anunció esta decisión el pasado domingo, citando el despliegue de una operación militar liderada por Estados Unidos destinada a asegurar la seguridad del comercio en esta estratégica región.
Maersk había suspendido el envío de buques a través del estrecho de Bab el Mandeb a principios de diciembre debido a los ataques contra sus embarcaciones. Esta medida tuvo un impacto significativo en las rutas de comercio global, especialmente en el Canal de Suez.
Estados Unidos anunció la puesta en marcha de una operación multinacional para proteger el comercio en el Mar Rojo de los militantes yemeníes respaldados por Irán, quienes habían estado llevando a cabo ataques con aviones no tripulados y misiles contra buques internacionales desde el mes pasado. Argumentan que esto es una respuesta a la guerra de Israel en Gaza.
«Desde el domingo 24 de diciembre de 2023, hemos recibido la confirmación de que la iniciativa de seguridad multinacional anunciada anteriormente, la Operación Guardián de la Prosperidad (OPG), ya se ha puesto en marcha y desplegado para permitir que el comercio marítimo pase a través del mar Rojo/Golfo de Adén y una vez más volver a utilizar el Canal de Suez como puerta de entrada entre Asia y Europa», expresó Maersk en un comunicado.
La compañía añadió que, con la iniciativa OPG en funcionamiento, se están preparando para permitir que los buques reanuden el tránsito a través del mar Rojo en ambas direcciones. Sin embargo, se mantienen vigilantes respecto a las condiciones de seguridad y podrían recurrir al desvío del tráfico de buques si fuera necesario.
En respuesta a esta situación, Maersk había anunciado previamente la desviación de buques alrededor de África a través del Cabo de Buena Esperanza y la imposición de recargos por contenedor a los envíos procedentes de Asia para cubrir los costos adicionales asociados al viaje más largo.
La decisión de Maersk de suspender operaciones en el Mar Rojo no es unánime entre las navieras, ya que la alemana Hapag-Lloyd aún no se ha pronunciado al respecto. Por su parte, importantes navieras japonesas como Nippon Yusen, Mitsui y Kawasaki Kisen Kaisha han optado por cambiar las rutas de sus buques para evitar el Mar Rojo debido a los ataques de los hutíes. Estos grupos buscan impedir que barcos relacionados con Israel naveguen frente a sus costas, lo que ha generado preocupación en la industria naviera.
En lugar de utilizar la vía fluvial más corta que conecta Asia con Europa, que es el Canal de Suez, estas compañías están desviando la trayectoria de sus cargueros hacia Sudáfrica, rodeando el Cabo de Buena Esperanza. Esta medida se ha tomado en respuesta a la reciente noticia del ataque a un buque cisterna de sustancias químicas de propiedad japonesa en el océano Índico, aparentemente perpetrado por un dron procedente de Irán. La seguridad de las rutas marítimas se convierte así en una prioridad para estas navieras japonesas.