El Edificio ASTA, situado en el Puerto de Barcelona y actualmente en proceso de reforma y modernización, se abastecerá próximamente de energías renovables. El Consejo de Administración del Puerto de Barcelona ha aprobado una modificación en el proyecto de reforma que permitirá adaptar el sistema de climatización para utilizar energía renovable. Esta energía procederá de la red de frío y calor que Ecoenergies Barcelona está desarrollando en la zona sur de la ciudad.
De forma pionera, el futuro edificio ASTA no solo consumirá electricidad verde con garantía de origen, como el resto de los edificios de la Autoridad Portuaria de Barcelona, sino que su sistema de climatización y el abastecimiento de agua caliente sanitaria también funcionará con energía renovable. Esto contribuirá a minimizar su impacto ambiental.
El suministro de energía térmica con Ecoenergies permitirá aprovechar el potencial de la red de frío y calor que la empresa está desplegando. Esta red suministrará energía para la climatización de 11.000 viviendas y otros edificios en el barrio de La Marina del Prat Vermell, así como a los sectores industriales del Puerto de Barcelona, la Zona Franca, Mercabarna y el sur de L’Hospitalet.
El sistema aprovechará el frío residual generado en la regasificación del GNL que llega por barco a la terminal de Enagás en el Muelle de la Energía. Este GNL, que llega en estado líquido refrigerado a -160º y debe calentarse a 15º para su transferencia a la red de gas, hasta ahora desperdiciaba este frío en el proceso realizado con agua de mar. Sin embargo, el sistema de recuperación de frío que Ecoenergies está desarrollando en el Puerto de Barcelona desde mediados de 2022 permitirá aprovecharlo. Se creará un circuito de líquido refrigerado a -20º que se distribuirá por la red para usos industriales y también para climatización de edificios.
Este innovador sistema permitirá ahorrar 32.000 toneladas de CO2 anuales, evitando el uso de refrigeradores eléctricos convencionales. Además, se reduce su impacto sonoro y visual, así como gran parte de los costos de mantenimiento, liberando espacio en los edificios.
Complementariamente, se generará calor a partir de una caldera de biomasa en la Zona Franca, utilizando residuos orgánicos de los parques y jardines de Barcelona. Esto alimentará los intercambiadores de calor necesarios para la calefacción de los edificios y el suministro de agua caliente.