La Policía Nacional, en colaboración con la Agencia Tributaria, ha llevado a cabo una operación contra el narcotráfico, interviniendo un total de 11 toneladas de cocaína y deteniendo a 20 personas pertenecientes a dos organizaciones criminales de origen balcánico. Las operaciones, realizadas en Vigo y Valencia, han impedido la distribución de cocaína en Europa.
La operación en Vigo, denominada Operación Tonara, resultó en la mayor aprehensión de cocaína en la historia de Galicia, con 7.500 kilogramos del estupefaciente incautados. La droga estaba oculta entre lomos de atún congelado. La investigación de la Policía Nacional y la Agencia Tributaria, con apoyo internacional, reveló un complejo entramado empresarial que utilizaba la fachada del comercio internacional de pescado y marisco congelado para camuflar el transporte de cocaína desde Sudamérica hasta La Coruña.
El empresario coruñés responsable de la operación pretendía ocultar su actividad ilícita en un flujo masivo de contenedores marítimos, utilizando varias empresas tanto en origen como destino. El seguimiento constante de la actividad de estas empresas permitió a los investigadores interceptar el contenedor cargado con cocaína en el puerto de Vigo, resultando en la detención del personal involucrado en la descarga. El control sobre los envíos sospechosos y el apoyo de la Fiscalía Especial Antidroga del Campo de Gibraltar permitió solicitar la apertura de Diligencias de Investigación con el fin de poder determinar el destino final de la droga. De esta manera se pudo comprobar que la organización trasladaba los contenedores al Puerto de Algeciras para posteriormente enviarlos hasta el puerto de Vigo
La Operación Fulgor en Valencia se enfocó en desarticular la red de logística y distribución de cocaína. Se inició una investigación sobre un contenedor marítimo con doble fondo sospechoso, que formaba parte de un lote de cuatro contenedores. Tras un seguimiento exhaustivo, los contenedores fueron movidos a un polígono industrial en Xirivella, donde se coordinó la descarga y distribución de la droga.
Los investigadores realizaron un seguimiento simultáneo de los tres contenedores restantes, detectando actividades sospechosas, incluyendo funciones de contravigilancia. La intervención policial se llevó a cabo en el restaurante donde se reunían los responsables de la organización y en la nave donde estaban estacionados los contenedores. Se logró incautar 3.400 kilogramos de cocaína de los dobles fondos secretos de los contenedores.
Estas operaciones representan un golpe significativo a las redes criminales implicadas en el tráfico de drogas y destacan la eficacia de la colaboración entre distintas agencias y organismos a nivel nacional e internacional en la lucha contra el narcotráfico.