El buque de asalto anfibio ‘Castilla’ ha arribado a la Base Naval de Rota, marcando el fin del segundo despliegue del año 2023 del Grupo de Combate Expedicionario Dédalo-23. Tras cuatro meses de operaciones, el ‘Castilla’ ha concluido su participación en esta misión, que ha destacado por su alcance y complejidad.
El regreso a Rota llega después de que el ‘Castilla’ hiciera escala en el puerto de Barcelona, donde se establecieron jornadas para que el público pudiese conocer de cerca las instalaciones y capacidades del buque perteneciente a la Armada Española, según indica el Ministerio de Defensa.
Desde el comienzo del despliegue el 27 de septiembre, la participación ha incluido a los tres buques del Grupo Anfibio y de Proyección de la Flota: ‘Juan Carlos I’, ‘Galicia’ y ‘Castilla’, además de aviones Harrier, helicópteros de la flotilla de aeronaves de la Armada, un batallón reforzado de Infantería de Marina y la fragata ‘Numancia’, sumando un total de 1.415 profesionales.
El despliegue se destacó inicialmente por una operación anfibia hispano-norteamericana en el campo de maniobras del Retín, en Cádiz, mostrando una notable integración y capacidad de operación conjunta con el buque norteamericano ‘Mesa Verde’ y su batallón de marines.
El grupo Dédalo-23, bajo el mando del contralmirante Gonzalo Villar, lideró después el ejercicio Milex-23 de la Unión Europea, poniendo a prueba por primera vez la capacidad de respuesta rápida europea, un ejercicio que contó con la presencia del alto representante de Política Exterior de la Unión, Josep Borrell, y jefes de Estado Mayor de la Defensa europeos. Además, el grupo participó en Neptune Strike, una actividad de vigilancia reforzada bajo mando de la OTAN, donde los aviones Harrier realizaron más de 80 vuelos, colaborando con aeronaves de otros portaaviones aliados.
El ejercicio OTAN Dynamic Mariner/Mare Aperto-23, en Cerdeña, fue otra de las acciones destacadas, donde el grupo colaboró con fuerzas de 20 aliados, demostrando la capacidad de la Armada para operar de forma eficiente con distintas naciones.
Las actividades de estos cuatro meses reflejan la potencialidad de la Armada para ejecutar operaciones avanzadas en escenarios distantes y por periodos prolongados, destacando la versatilidad del grupo Dédalo-23 para adaptarse a distintas misiones, desde las militares hasta las de ayuda humanitaria, como la realizada en Turquía tras el terremoto de febrero, donde el grupo brindó asistencia esencial y contribuyó al salvamento de vidas.