Maersk ha anunciado la puesta en marcha de un nuevo servicio de transporte intermodal de mercancías que conectará España y Francia. En colaboración con el operador Captrain, la compañía operará hasta cuatro servicios ferroviarios semanales entre el puerto de Barcelona y el sur de Francia a partir de noviembre.
La iniciativa incluirá tres enlaces semanales directos de contenedor marítimo con Toulouse y uno con Lyon. Este desarrollo se destaca por ser la primera vez que un servicio ferroviario de mercancías se establece sin necesidad de intervención en la frontera entre ambos países. Captrain, que lleva 15 años operando servicios similares entre España y Portugal, será el encargado de las operaciones.
Los trenes, de 750 metros de longitud, serán operados con locomotoras Stadler Euro6000 de Captrain, permitiendo una reducción en maniobras y, consecuentemente, en los costes operativos. Se ha especificado que no se requerirá intervención de maquinistas ni de otro material rodante hasta llegar al destino.
La solución ofrecida permitirá conectar la carga con Burdeos a través de Toulouse, operando por la red de Naviland. La empresa también tiene planes de extender este servicio a sus clientes con destino a Tarragona y Zaragoza en etapas posteriores. Según cálculos de la naviera, la nueva oferta podría acortar los tiempos de tránsito para carga de importación y exportación en las áreas de Toulouse, Burdeos y Lyon en hasta 12 días, con un promedio de siete días.
Los análisis de Maersk sugieren que el nuevo servicio podría ofrecer beneficios medioambientales gracias a las distancias de transporte más cortas y al uso de trenes eléctricos. La interoperabilidad de las nuevas locomotoras permitirá además operaciones de transporte de mercancías más fluidas, ya que los trenes no tendrán que detenerse para cambiar de locomotora o reemplazar juegos de ruedas en la frontera hispano-francesa.
Emilio de la Cruz, director general del Área Suroeste de Europa de Maersk, ha señalado que el nuevo servicio podría aportar mayor confianza a las cadenas de suministro en las regiones de Catalunya y el sur de Francia. Con la introducción de este nuevo servicio, el puerto de Barcelona se posiciona para captar nuevos flujos de contenedor marítimo que hasta ahora se dirigían a otros puertos europeos.