El Gobierno ha dado luz verde al inicio del proceso de contratación para Navantia diseñe y construya dos buques hidrográficos costeros (BHC) para la Armada Española, con un presupuesto de 158,6 millones de euros. La decisión fue tomada durante la reciente reunión del Consejo de Ministros.
Estos buques reemplazarán al hidrográfico Antares, en servicio desde la década de los setenta, y único aún operativo de los cuatro pertenecientes a la clase Castor. La incorporación de los nuevos BHC representa un avance significativo en la modernización de la Flotilla Hidrográfica, y en la transición hacia una política medioambiental más sostenible, ya que estarán habilitados para operar con biocombustibles.
Los BHC tienen como función esencial la publicación, difusión y mantenimiento de la cartografía náutica oficial del Estado en aguas y costas españolas. Esta tarea es responsabilidad del Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM), que opera estos buques para garantizar el cumplimiento de dichas misiones.
Para cumplir con estos objetivos, el Ministerio de Defensa ha colaborado con Navantia en la elaboración de un diseño conceptual acorde a los requisitos necesarios para las misiones del buque. Cada buque tendrá una eslora de 47 metros y un desplazamiento de aproximadamente 900 toneladas. Con una dotación reducida de 30 personas, debido a su alto grado de automatización, los buques tendrán una autonomía de 3.000 millas, permitiéndoles operar en aguas poco profundas durante 15 días.
La construcción se llevará a cabo en el astillero de Navantia en San Fernando, y se espera que, durante los próximos cuatro años, genere 700 puestos de trabajo, incluyendo empleos directos, indirectos e inducidos.
Los BHC estarán equipados para realizar levantamientos hidrográficos que faciliten la creación de cartografía, así como para brindar apoyo a la Flota con información geográfica, medioambiental y meteorológica, además de la protección del patrimonio arqueológico subacuático. Contarán con tecnología avanzada, como ecosondas, sonar de barrido lateral y sistemas de posicionamiento, para estudiar la columna de agua y el lecho marino.
También se equiparán con medios autónomos como un ROV (Remotely Operated Vehicle), un USV (Unmanned Surface Vehicle) y un bote hidrográfico, que operarán de manera autónoma para compilar y registrar datos, contribuyendo a la realización de trabajos hidrográficos y oceánicos.