El Puerto de Cartagena ha presentado su candidatura a los Premios de Sostenibilidad 2023 de la Asociación Internacional de Puertos y Bahías (IAPH) con el proyecto de reforestación de posidonia oceánica, destacando en la categoría de Cuidado del Medio Ambiente.
La propuesta representa la primera vez que un puerto decide cultivar en sus aguas esta especie endémica, una labor que ha sido fructífera gracias a la cuidadosa gestión del puerto para mantener una alta calidad del agua, según señaló Pedro Pablo Hernández, vicepresidente de la Autoridad Portuaria.
El concurso de este año ha registrado un número récord de 86 proyectos provenientes de 48 puertos ubicados en 31 países de todo el mundo. Los participantes competirán en seis categorías: infraestructura, digitalización, clima y energía, construcción de comunidades, cuidado del medio ambiente, y salud, seguridad y protección.
En el campo de «Cuidado del Medio Ambiente», el proyecto de reforestación de posidonia oceánica del Puerto de Cartagena compite con otros 14 proyectos. Un panel de expertos ya ha comenzado a evaluar las propuestas para seleccionar a los tres finalistas de cada categoría. Los resultados se conocerán a finales de agosto, seguido de una votación pública a través del sitio web del Programa Mundial de Sostenibilidad Portuaria (WPSP) en septiembre.
«Somos el único puerto español seleccionado para estos premios en la categoría de Cuidado del Medio Ambiente, y somos optimistas en la posibilidad de quedar entre los tres finalistas debido a la relevancia de nuestro proyecto que es pionero a nivel mundial», enfatizó Hernández. Añadió que la experiencia piloto ha sido tan exitosa que la meta es crear el primer bosque marino de posidonia oceánica en un puerto.
Cabe recordar que en 2021, el Puerto de Cartagena fue uno de los tres finalistas a estos premios en la categoría de Gobierno y Ética con el proyecto «Integración de los ODS de la ONU en la estrategia de sostenibilidad portuaria».
Los Premios Mundiales de Sostenibilidad Portuaria fueron instaurados para reconocer los mejores proyectos registrados en el WPSP de la IAPH, fundado en mayo de 2017. La meta de este programa es coordinar los esfuerzos de sostenibilidad de los puertos a nivel global, fomentar la cooperación internacional con los socios de la cadena de suministro y siempre guiados por los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG) de las Naciones Unidas.
Proyecto de posidonia oceánica
Durante los últimos 20 años, el Puerto de Cartagena ha llevado a cabo actuaciones de control y vigilancia de emisiones, residuos, vertidos, residuos MARPOL, limpieza del espejo de agua y seguimiento y vigilancia de los 7 espacios Red Natura 2000 del entorno portuario. En 2008 se obtuvo el Registro EMAS, con 10 empresas EMAS operando actualmente en el puerto, un referente europeo.
Desde 2011 se realizan controles de calidad de agua, sedimentos, macrofauna bentónica y algas presentes en el recinto portuario. También se realizan campañas de seguimiento de las aves marinas presentes en el puerto, con observaciones mensuales de aves y cetáceos, junto con anillamientos científicos de aves protegidas que crían en el puerto, la Isla de Escombreras y la Isla de Palomas.
Esta buena calidad ambiental del ecosistema portuario nos ha animado a emprender un proyecto de I+D+i para intentar reproducir la Posidonia Oceánica en las aguas del puerto, un proyecto pionero a nivel europeo y mundial, ya que la Posidonia Oceánica es endémica del Mediterráneo. La Posidonia Oceánica es una fanerógama marina asociada a zonas con la más alta calidad ambiental, ya que necesita aguas limpias, bien oxigenadas y sin factores externos que influyan en cambios de temperatura o salinidad. Es un elemento fundamental en la conservación del buen estado de los ecosistemas marinos por su capacidad de absorción de CO2 (4 veces mayor que un bosque mediterráneo o atlántico), siendo el hábitat de cientos de especies y su capacidad de retención de los fondos marinos frente a la erosión, que lo convierte en un elemento fundamental frente al cambio climático.
En mayo de 2022 se plantaron 65 fragmentos con una supervivencia del 76,9% anual, y en mayo de 2023 se han plantado otros 100, con previsión de ampliar la superficie.