Cepsa ha presentado sus resultados correspondientes al primer semestre del año. Según el informe, el beneficio neto ajustado del periodo fue de 145 millones de euros, reflejando una caída significativa del 69% en comparación con los 463 millones de euros obtenidos en el mismo periodo del año anterior. La compañía atribuye esta disminución a la aplicación de un impuesto extraordinario por parte del Gobierno español sobre las empresas energéticas y la caída en los precios del crudo.
El importe total del tributo que grava las ventas del sector energético, el cual representa un 1,2% para aquellas empresas con ingresos anuales superiores a 1.000 millones de euros, ascendió a más de 320 millones de euros para Cepsa. La empresa, que contribuyó con 2.185 millones de euros en impuestos en España durante el primer semestre, tiene previsto recurrir este impuesto especial.
El consejero delegado del grupo, Maarten Wetselaar, lamentó que el impuesto extraordinario haya afectado significativamente los resultados y la generación de caja de Cepsa. A pesar de estos desafíos, la compañía está llevando a cabo una transformación, pasando de ser una empresa tradicional de petróleo y gas a una empresa líder en la transición energética europea.
El resultado bruto de explotación ajustado (Ebitda) del grupo en el primer semestre se situó en 742 millones de euros, en comparación con los 1.742 millones de euros del año anterior. Esta disminución se debe, en parte, a la venta de activos en Abu Dabi y la reducción de los precios del crudo y gas natural.
A pesar del entorno de mercado difícil, Cepsa destacó la resiliencia de sus tres áreas de negocio: Energía, Química y Exploración y Producción. El área de Energía registró un Ebitda ajustado de 114 millones de euros, mientras que la de Química alcanzó los 60 millones de euros. Por otro lado, la venta de los activos en Abu Dabi afectó los resultados de Exploración y Producción, reduciendo su Ebitda ajustado a 58 millones de euros.
Reducción de la deuda
Cepsa logró reducirla a 2.500 millones de euros, pero la ratio de apalancamiento aumentó a 1,4 veces debido al menor Ebitda tras la venta mencionada anteriormente. Sin embargo, la liquidez de la compañía sigue siendo sólida, con 4.100 millones de euros que cubren 4,3 años de vencimientos de deuda.
Cabe mencionar que Cepsa está invirtiendo en proyectos sostenibles como parte de su estrategia «Cepsa Positive Motion». Durante el primer semestre, destinaron un total de 276 millones de euros a inversiones sostenibles, representando el 39% del total. Además, anunciaron la construcción de la mayor planta de amoniaco verde en Europa, con una inversión de 1.000 millones de euros, y establecieron alianzas con Yara Clean Ammonia y Gasunie para promover el uso de hidrógeno verde en Europa.
En resumen, a pesar de los retos planteados por el impuesto extraordinario y la caída de precios, Cepsa continúa adaptándose y enfocándose hacia una transición energética, buscando consolidarse en los mercados de energías limpias y sostenibles.