El pasado viernes, la Autoridad Portuaria de Tarragona (APT) llevó a cabo una «Jornada de trabajo por la descarbonización y transición energética del Puerto de Tarragona», en la que se reunieron más de 50 personas pertenecientes a empresas de la comunidad portuaria. El objetivo del encuentro fue explicar la estrategia de la APT para reducir las emisiones de las actividades portuarias y hacer frente a los desafíos de la transición energética.
Durante el evento, el presidente de la APT, Saül Garreta, hizo un llamamiento a la cooperación público-privada para lograr el objetivo de descarbonización del Puerto de Tarragona y mantener la competitividad en el futuro próximo.
Saül Garreta, en su discurso de apertura, explicó el papel y los objetivos de los puertos en la descarbonización de la cadena logística y en la economía, tal como se recoge en el Marco Estratégico de Puertos.
«Existe una emergencia climática que nos exige actuar de inmediato», afirmó el presidente del Puerto, destacando la necesidad de ser más eficientes, sostenibles y circulares. Garreta enfatizó que los recursos son finitos y que no se puede seguir extrayendo de la despensa, ya que se han agotado los recursos de nuestro planeta. Además, señaló que el futuro del polo químico más importante del Sur de Europa, el puerto y la competitividad de las empresas dependen de esta estrategia de lucha contra el cambio climático.
Para Garreta, el Puerto tiene la responsabilidad de liderar esta estrategia de descarbonización, trabajando en colaboración y en conjunto con la comunidad portuaria. «Cuando todos trabajamos juntos, podemos acelerar el camino para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones establecidos en el FIT FOR 55 para el año 2030», afirmó Garreta.
El presidente del Puerto advirtió que la presión será cada vez mayor y que pronto se pasará de las ayudas a las tasas, lo que significa que las empresas que no hayan realizado los ajustes necesarios serán menos competitivas. En este sentido, el Puerto se presenta como impulsor del proceso de descarbonización, proponiendo medidas para acelerar el cambio, como la creación de sinergias con la sede del Valle del Hidrógeno de Cataluña en el Puerto, compartiendo espacio con la economía azul y el emprendimiento.
Durante la jornada, Joan Basora, director de Desarrollo Corporativo y Sostenibilidad de la Autoridad Portuaria de Tarragona, explicó las líneas estratégicas de la descarbonización y transición energética del Puerto. Basora destacó que el contacto con las empresas ha permitido afirmar que la comunidad portuaria comparte el compromiso y los objetivos de descarbonización para impulsar un cambio sustancial.
Cooperación público-privada
Cristina Miret, responsable de Medio Ambiente de la Autoridad Portuaria de Tarragona, explicó la última actualización del «Plan de Sostenibilidad-Agenda 2030 y convenios de Buenas Prácticas» del Puerto. Este plan, adoptado en julio de 2020, agrupa más de 80 acciones en tres ejes estratégicos para lograr un puerto sostenible para el año 2030. Por primera vez, se añaden acciones de empresas de la comunidad portuaria a las que ya estaba implementando la APT. Hasta el momento, se han logrado completamente 6 de los 28 objetivos establecidos en el Plan de Sostenibilidad, mientras que 11 se encuentran por encima del 50% de avance.
Miret explicó que, al analizar la huella de carbono del Puerto, se observa que la mayor parte de las emisiones se atribuyen a los combustibles fósiles y a la energía eléctrica, así como a la gestión de residuos. Por tanto, son estos los campos en los que se debe actuar. La APT ha diseñado un ambicioso Plan de Acción para los próximos 3 años (2023-2025), el cual incluye 11 objetivos de gran alcance, como lograr la autosuficiencia energética, la descarbonización de la actividad portuaria a través de la electrificación de los muelles y el uso de combustibles alternativos, y la recuperación del ecosistema marino y la restauración de espacios naturales protegidos.
En otra parte de su exposición, Miret resaltó la necesidad de que las empresas adopten buenas prácticas medioambientales alineadas con los objetivos del Plan de Acción, la transición energética, la descarbonización y la promoción de la biodiversidad. Esta herramienta permite que las empresas obtengan bonificaciones en la tasa de actividad. Actualmente, 11 empresas de la comunidad portuaria ya se han adherido a estas prácticas, y la APT destina un promedio de un millón de euros al año en bonificaciones.