Verdemar Ecologistas en Acción ha denunciado la presencia desenfrenada del alga asiática a lo largo de la costa del Estrecho de Gibraltar, después de que playas como la de Los Caños de Meca en Conil hayan quedado cubiertas por toneladas de alga Rugulopterix okamurae, el alga asiática que está amenazando toda la costa como una «marea negra» disfrazada de verde.
Los efectos de esta invasión de algas ya se han sentido en la industria pesquera y en las especies endémicas, y ahora representa una amenaza para el turismo. Esta alga continúa expandiéndose y colonizando el lecho marino a profundidades que van de 0 a 30 metros, desde la Bahía de Algeciras hasta Trafalgar, desde Ceuta hasta Tánger, con una acumulación anual estimada de 150,000 toneladas. Estos eventos tienen el mismo impacto que un derrame de petróleo, similar al desastre del Prestige. El aumento de las temperaturas del agua a lo largo de la costa está exacerbando su expansión.
Desde 2020, cuando los ecologistas celebraron haber logrado que la Unión Europea tomara medidas con respecto a la catástrofe ecológica causada por la invasión del alga asiática (Rugulopteryx okamurae), no se ha avanzado en la solución de este problema ambiental, a pesar de que la Comisión Europea era consciente de los graves problemas causados por esta especie en varias partes de las regiones costeras andaluzas y españolas.
Verdemar recuerda que se inició un proceso para considerar la inclusión de la especie en la lista de especies exóticas invasoras de la Unión Europea, lo que proporcionaría apoyo a la flota pesquera y a los esfuerzos de investigación para combatir esta importante amenaza para la biodiversidad en los ecosistemas naturales. Según los ecologistas, la presencia de Rugulopterix okamurae está causando daños económicos significativos en los sectores pesquero, turístico y ambiental de máxima importancia.
Después de siete años desde su informe inicial, el vertido silencioso que se asemeja al derrame de petróleo del Prestige continúa colonizando la costa. Si no se detiene, esto se convertirá en un problema internacional debido a la rapidez con la que se propaga, según Verdemar.