El Día Internacional de la Mujer en el Sector Marítimo ha cobrado cada vez más relevancia desde su origen en 2022. En esta ocasión, el Clúster Marítimo de Cantabria – MarCA ha organizado una mesa redonda titulada «La mujer en el sector marítimo: presente y futuro». Durante el encuentro, se ha destacado la necesidad de que las empresas se acerquen a la sociedad para despertar vocaciones en niñas y jóvenes.
Beatriz Sancristóbal, secretaria del Clúster MarCA y directora general del Centro Tecnológico CTC, ha moderado esta mesa redonda, en la que han participado Olga Dasgoas, directora corporativa de organización y RSC de FAED; Ruth Paniagua, responsable de la planta de producción de bonito del norte y atún claro del Grupo Consorcio; Emma Díaz, capitán y subdirectora de Ordenación Académica de la Escuela Técnica Superior de Náutica de la Universidad de Cantabria; y Laura Herrera, responsable del área de I+D+i de ASTANDER.
Todas las ponentes han destacado la importancia de que las industrias relacionadas con el sector marítimo sigan esforzándose por fomentar las vocaciones entre las jóvenes. Olga Dasgoas afirmó que «es responsabilidad de las empresas abrirnos a la sociedad, a las escuelas y a los institutos, y realizar más jornadas de puertas abiertas para que las jóvenes puedan ver nuestra labor desde dentro y despertar su interés». Estas visitas a empresas son una forma de mostrar a las jóvenes que las mujeres están integradas en el sector marítimo y que también pueden ocupar esos puestos.
Este hecho adquiere mayor relevancia con el desarrollo de la economía azul y el crecimiento de nuevos mercados. La transformación del sector hacia la digitalización y la sostenibilidad genera una mayor demanda de mano de obra especializada, lo cual representa «una gran oportunidad para las mujeres», según destacó Laura Herrera. Además, Emma Díaz señaló una evolución positiva en el ámbito académico, con un aumento progresivo de alumnas en carreras relacionadas con las ingenierías. Sin embargo, Díaz también resaltó que sigue existiendo una marcada diferencia de género en aquellos puestos que se desarrollan en alta mar, citando a la familia como uno de los obstáculos que lleva a muchas mujeres a abandonar la navegación o a optar por trabajos terrestres.
Se observa un fuerte contraste en la representación de género en comparación con el sector conservero, donde la presencia femenina es predominante. Ruth Paniagua explicó que, históricamente, en las comunidades pesqueras eran los hombres quienes salían a pescar mientras que las mujeres se encargaban de las labores en tierra. Este papel ha perdurado hasta nuestros días en la industria conservera, lo que pone de relieve la importancia que ha tenido y sigue teniendo el papel femenino en el ámbito marítimo.