Colectivos ecologistas han denunciado el grave impacto ambiental y las afecciones a la vida marina y la avifauna que puede provocar el proyecto de Parque Eólico Marino «Nao Victoria» que pretende instalarse en el Mar de Alborán.
Durante la primera fase de consultas, varios colectivos han expresado su descontento con el preestudio de evaluación de impacto ambiental presentado por los promotores del Parque Eólico. Según estos grupos, el estudio es simplemente un «mero refrito bibliográfico» y consideran que la empresa detrás del proyecto es una sociedad instrumental con un capital limitado.
Uno de los principales puntos planteados por estos colectivos ante el Ministerio de Transición Ecológica es la extensa área afectada por el proyecto, la cual experimenta una intensa actividad de navegación en el entorno del Estrecho de Gibraltar
Uno de los principales puntos planteados por estos colectivos ante el Ministerio de Transición Ecológica es la extensa área afectada por el proyecto, la cual experimenta una intensa actividad de navegación en el entorno del Estrecho de Gibraltar por parte de buques cargueros, petroleros y otros. Aunque los promotores mencionan la instalación de trazados soterrados en el fondo marino y en parte de la zona costera, los colectivos alegan que también se utilizarán trazados aéreos, lo que generará un impacto significativo en los fondos marinos y en los suelos terrestres atravesados. Estos lugares albergan hábitats importantes, como arrecifes de ostras, campos de anémonas incrustantes blancas, jardines de gorgonias y extensiones de esponjas y ascidias de profundidad, además de espacios terrestres protegidos incluidos en la red Natura 2000, con hábitats naturales de interés comunitario e incluso suelos quemados.
Otro punto destacado en las alegaciones es que el Parque Eólico «Nao Victoria» no cumple con las previsiones de la Estrategia Marina de la Demarcación Marina del Estrecho y Alborán (MAGRAMA 2012) y que causará un daño significativo a la pesca de bajura y artesanal, tal como ha sucedido en otros parques eólicos marinos instalados en diferentes partes del mundo.
Por último, se subraya el impacto que estas instalaciones tendrán en el pasillo migratorio del Estrecho de Gibraltar, utilizado por miles de aves protegidas por la normativa española y europea, así como por varios convenios internacionales. La alteración de las rutas migratorias, el aumento del esfuerzo de las aves en sus trayectos intercontinentales y el posible riesgo de colisiones podrían ocasionar daños dramáticos a estas especies, algunas de las cuales están al borde de la extinción.
Estos grupos recuerdan la historia de empresas energéticas que han impactado negativamente en el Mar de Alborán, como ocurrió durante la «fiebre del gas» entre 2005 y 2015, cuando empresas como Repsol y la canadiense CNWL Oil manipularon los datos sobre el impacto ambiental asociado a la extracción de gas.
Ante este panorama, instan a los Ayuntamientos, Mancomunidades y Diputaciones afectadas a que tomen una postura clara frente a este proyecto.