El Estrecho Digital ha tenido acceso a un documento que detalla las reivindicaciones de los funcionarios del Punto de Control Fronterizo del Puerto de Algeciras al Ministerio de Sanidad. El documento fechado el 23 de enero, ha pasado desapercibido hasta ahora, sin recibir ninguna respuesta por parte de las autoridades competentes, a pesar de que resulta evidente que el documento es sumamente explícito y revelador.
El personal adscrito al Servicio de Inspección de Sanidad Exterior del Punto de Control fronterizo de Algeciras, expone en el mismo que «el puerto de Algeciras ocupa el 4º puesto de la UE y es el mayor de España en relación al volumen de toneladas. Además, presente una serie de características diferenciales con el resto de puertos del Estado. Dichas diferencias se deben a su proximidad con la frontera marroquí y el gran volumen de productos, especialmente perecederos, que llega vía ferry».
El servicio de sanidad exterior de Algeciras, presenta en consecuencia unas características particulares, que condicionan su dinámica diaria y que implican que los problemas que afectan de forma crónica a todos los servicios de Sanidad Exterior, se exacerben, por lo que, para ilustrar este hecho y la importancia estratégica de Algeciras, los funcionarios exponen que «el total de partidas inspeccionadas en Algeciras en 2021 fue de 77.206 lo que supone el 29.34% del total nacional. Desglosado por tipo de productos, se controlaron 17.615 productos de origen animal y 59.591 productos de origen no animal, es decir el 27.28% y el 29.34% respectivamente del total de España». «En valores absolutos, casi 1 de cada 3 partidas importadas en nuestro país se controlan en Algeciras. Esta tendencia tiende a acentuarse con el paso del tiempo, pasando de suponer un 26% del total en 2012 a casi el 29.34% en 2021».
En relación a la variación interanual del número expedientes, en 2021 la carga de trabajo aumentó un 17,38% respecto a 2019, continuando con la tendencia de años anteriores. En relación al 2012, primer año de la serie histórica, el volumen aumentó un 146.6%.
En los Productos de Origen Animal importados a través de Algeciras, el porcentaje de partidas de pescado fresco y mariscos vivos (con diferencia el mayor de España), es elevado. Las particularidades de estas mercancías, como su heterogeneidad (superando a menudo las 35 especies distintas por partida) o su bajo nivel de estandarización (se han identificado más de 400 especies distintas el PCF), implica una mayor tasa de incumplimientos que en otros tipos de productos. Además, la alta perecibilidad de los productos provoca que el tiempo de inspección sea un factor crítico tanto a nivel económico como sanitario.
La alta perecibilidad de los productos provoca que el tiempo de inspección sea un factor crítico tanto a nivel económico como sanitario.
En los Productos de Origen No Animal los funcionarios destacan, además del gran número de partidas, dos cuestiones: «tanto por su volumen y alto valor unitario como por su naturaleza rápidamente perecedera, la importación de distintos tipos de frutos rojos y el importante aumento del número de partidas de materiales en contacto con los alimentos (MECA), las cuales son muy variadas en cuanto a composición y origen, dificultando la estandarización de su control».
Por su situación geográfica, el de Algeciras, es el único punto de control fronterizo del occidente europeo que tiene un país tercero a 14 kilómetros, por lo cual el tráfico de camiones con alimentos, en muchos casos altamente perecederos y transportados en ferry, marca sus horarios y dinámica de trabajo. Ésta se asemeja más a la de un aeropuerto que a la de un puerto clásico, aunque con un número y un tamaño de las partidas mucho mayor. A esto hay que sumar el gran volumen de contenedores que se deben controlar.
En valores absolutos, el 70% de las importaciones proceden de Marruecos, cifra que aumenta al 82% si se añade Mauritania. Por lo tanto, el funcionamiento de Algeciras tiene relevancia incluso, para las relaciones bilaterales entre España y Marruecos.
A pesar de ello, el servicio de inspección de sanidad exterior de Algeciras lleva sufriendo una serie de problemas crónicos que derivan en colapsos periódicos del servicio de inspección. Estos problemas se han agravado desde hace meses y de no aplicarse una serie de medidas correctoras urgentes continuarán empeorando en el futuro, según detallan en el escrito los funcionarios del PCF.
«Los aumentos de carga de trabajo y los problemas de colapso derivados de los mismos, se repiten en Algeciras, año tras año, incluso coinciden en las mismas fechas. A pesar de esto nunca ha habido un interés por parte de la Administración en dotar de personal suficiente al PCF. Por el contrario, la única medida constante es aumentar la presión sobre el personal existente, para que aumenten exponencialmente las inspecciones realizadas, incluso denegándo permisos como asuntos propios», explica la carta remitida en su día a Sanidad, en la que se añade que «la ausencia de una bolsa de interinos ágil, implica que incluso bajas de larga duración por maternidad o excedencias, demoren más de un año en tener sustitutos o directamente no los tengan. Tampoco existe un refuerzo con personal interino cuando es necesario, como en el punto álgido de la campaña de importación de PONA de Marruecos».
Los funcionarios se quejan de que «desde las distintas Administraciones implicadas se viene produciendo hace años un proceso de burocratización de los controles que únicamente dificulta y ralentiza el despacho de mercancías, sin aportar mayores garantías sanitarias a los controles».
Para los afectados, «es especialmente grave, el cambio profundo en los procedimientos llevado a cabo por el Ministerio de Sanidad, justo antes de la campaña de navidad, porque implicó que la gran mayoría de las inspecciones y todos los muestreos se llevasen a cabo personalmente por el inspector oficial, no pudiendo apoyarse en los técnicos de inspección para la realización de los mismos». «Esto menosprecia y anula el trabajo del personal funcionario del grupo A2, va en contra del principio de eficiencia y eficacia de la Administración y no aporta mayor seguridad alimentaria», añaden.
Ante esta problemática crónica, los funcionarios aseguran en su escrito que «la única medida del Ministerio de Sanidad ha sido suspender el plan de vigilancia en Algeciras», lo que les parece «un error y un riesgo para la salud pública», porque «no sólo se suspende un plan obligatorio y necesario para la evaluación del riesgo, sino que el hecho de hacerlo público, implica que favorecer la importación a través de Algeciras de mercancías que no cumplan con la legislación, ya que los operadores saben que no se tomarán muestras aleatorias», lo que ha sido calificado como «intolerable» al haber quedado suspendido sine die.
A todo esto, los funcionarios suman reivindicaciones laborales al considerar que «hay discriminaciones que impiden al personal de Algeciras tener acceso a formación y oportunidades en igualdad de condiciones que los funcionarios de otros PCF o Ministerios, por lo que, desde la Administración, en lugar de incentivar el trabajo en Algeciras para que resulte atractivo para los funcionarios destinados allí, se recurre medidas para retener al personal, como la denegación sistemática de las comisiones de servicio o la ausencia durante años de concursos previos a la oferta de plazas a funcionarios de nuevo ingreso».
Los funcionarios del PCF califican la situación en Algeciras como insostenible y siguen reclamando actuaciones urgentes que resuelvan esta situación y tengan en cuenta las propuestas del personal del servicio de Sanidad Exterior.