Las obras del nuevo Puesto de Control Fronterizo (PCF) del puerto de Cartagena están a punto de comenzar, con el objetivo de consolidar todas las actividades de control de mercancías y la zona administrativa en un solo edificio. Esta iniciativa busca mejorar la competitividad del puerto y cumplir con las exigencias europeas en materia de control fronterizo.
Con una inversión de 6,1 millones de euros, el edificio se construirá en el muelle de Santa Lucía, abarcando una superficie de 3.209,46 metros cuadrados distribuidos en dos niveles. Pedro Pablo Hernández, vicepresidente del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, ha destacado que esta nueva instalación será más moderna y eficiente, permitiendo centralizar todos los servicios ofrecidos por el PIF y liberar espacio en la dársena de Cartagena, con el objetivo de mejorar las instalaciones portuarias.
Hernández ha enfatizado que el puerto de Cartagena es líder en exportaciones de ganado vivo y el principal puerto importador de España, especialmente en la entrada de frutos como el limón, con más de 44.000 toneladas movidas en el último año. Por lo tanto, es crucial contar con infraestructuras que agilicen el movimiento de mercancías y agrupen a todos los organismos encargados de los controles e inspecciones necesarios. Entre estos organismos se encuentran Sanidad Animal, Sanidad Vegetal, Sanidad Exterior, Soivre (Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación del Comercio Exterior) y Aduanas.
El vicepresidente de la APC ha resaltado que la mejora del puesto de control fronterizo y de sus trabajadores contribuirá a incrementar la seguridad alimentaria, ganadera y aduanera. Esto se traducirá en una mayor competitividad para las empresas agroalimentarias de la región.
La construcción del Nuevo Puesto de Control Fronterizo en el puerto de Cartagena es una medida estratégica que busca mejorar la eficiencia y operatividad en el control de mercancías, fortaleciendo así la competitividad del puerto y cumpliendo con los estándares exigidos a nivel europeo. Con una inversión significativa y la participación de empresas especializadas, se espera que estas obras modernicen las instalaciones y contribuyan a incrementar la seguridad en los ámbitos alimentario, ganadero y aduanero.
El desarrollo de las obras será llevado a cabo por la empresa UTE, compuesta por ASCH Infraestructuras y Servicios y SBA Infraestructuras, quienes tendrán la responsabilidad de completar el proyecto en un plazo de año y medio. Mientras tanto, el actual PIF Santa Lucía seguirá operando para garantizar la continuidad de los servicios sin interrupciones, asegurando así el flujo de mercancías y el cumplimiento de los controles necesarios.