Brasil y Países Bajos han firmado esta semana un acuerdo para el transporte de hidrógeno verde entre los puertos de Pecém y Róterdam, durante la visita del primer ministro neerlandés, Mark Rutte, al país sudamericano. El acuerdo busca establecer un «corredor marítimo» dedicado al transporte de hidrógeno verde, que será producido en Pecém, ubicado en la región metropolitana de Fortaleza, en el noreste de Brasil, y distribuido desde Róterdam hacia otros países europeos.
Además de los dos puertos, diversas empresas del sector privado también participarán en esta iniciativa, entre las que se incluyen la estadounidense AES, la brasileña Casa dos Ventos, la francesa Nexway, la australiana Fortescue y la portuguesa EDP.
Tras la firma del acuerdo, Rutte expresó: «Ya somos una puerta de acceso a Europa, y por eso Róterdam y Pecém pueden, legítimamente, liderar el acceso al hidrógeno verde para Europa».
El hidrógeno verde o renovable es aquel que se genera mediante el proceso de electrólisis del agua, el cual separa el oxígeno del hidrógeno. Este tipo de hidrógeno se utiliza principalmente en la producción de fertilizantes para la actividad agropecuaria, aunque también puede ser utilizado como combustible y materia prima en la industria farmacéutica.
«El hidrógeno verde permitirá aumentar la producción de energía eólica y solar para abastecer a la población rural del estado de Ceará, una de las regiones más pobres de Brasil», destacó el gobernador Elmano de Freitas.
El puerto de Pecém, ubicado en el municipio de São Gonçalo de Amarante, ya cuenta con la firma de 24 proyectos para la instalación de compañías provenientes de Brasil, Francia, Portugal, España, Australia, Estados Unidos e Italia que se dedicarán a la producción de hidrógeno verde.
Además, Pecém y Róterdam también establecieron un acuerdo para respaldar iniciativas conjuntas de desarrollo sostenible, logística y energía en ambas terminales marítimas.
Con su visita a Brasil concluida, Rutte finalizó una estancia de tres días que incluyó reuniones con empresarios en Sao Paulo y un encuentro el martes en Brasilia con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.