El buque oceanográfico Miguel Oliver, de la Secretaría General de Pesca, ha comenzado este viernes la campaña «Pelacus 0423», cuyo objetivo es la caracterización del ecosistema pelágico del norte y la evaluación de los principales recursos pesqueros. Los trabajos se extenderán hasta el 30 de abril.
Desde 1993, se han llevado a cabo campañas de evaluación acústica para el estudio de pequeños pelágicos en el litoral norte español. Actualmente, estas campañas multidisciplinarias permiten obtener una visión holística de los ecosistemas y cumplir con los objetivos planteados en la Directiva Marco de la Estrategia Marina de la Unión Europea.
Entre los principales objetivos de la campaña se encuentra la determinación de la abundancia y características de las principales especies de peces pelágicos, como la sardina, la anchoa, el jurel, la caballa y la bacaladilla, principalmente. Para ello, se utilizará el método de ecointegración y se cartografiará su área de distribución. Las muestras biológicas se obtendrán mediante pescas pelágicas, mientras que para el análisis de la distribución de huevos de sardina y anchoa se utilizará un muestreador en continuo Cufes para determinar su área de puesta.
Además, se recopilarán datos para conocer las características de la columna de agua y se cartografiará el área de distribución. Se analizarán también las abundancias de biomasa planctónica, la observación de mamíferos y aves marinas, basuras en superficie, así como las boyas y pequeños plásticos presentes en el ecosistema marino.
La campaña forma parte del Programa Nacional de Datos Básicos del Sector Pesquero y cumple con diferentes compromisos adquiridos a nivel internacional para la gestión sostenible de los mares. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de la Secretaría General de Pesca, invierte esfuerzos en el desarrollo de estas campañas de investigación a bordo de sus buques oceanográficos.
Pelacus” se desarrolla en coordinación con el Instituto Español de Oceanografía, que ostenta la dirección científica de la misma. Gracias a esta coordinación, desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se facilita el uso y equipamiento de los barcos al personal investigador, y se pone a disposición de los científicos el instrumento más adecuado para los fines específicos de cada campaña, mientras se intenta conseguir la optimización de los recursos en beneficio del mejor conocimiento científico posible para una gestión pesquera eficaz.