El colapso que sufre el Puesto de Control Fronterizo (PCF) del Puerto de Algeciras se está saldando con enormes perjuicios para todos los eslabones de la cadena logística de su hinterland, por lo que se requiere una respuesta inmediata por parte de la Administración para poner fin a una deficiente prestación de servicios que se remonta a tres décadas y que en la actualidad es dramática, según ha señalado, el Consejo General de Agentes de Aduanas (CGAA).
Esta institución exige a los ministerios y demás organismos e instituciones concernidas que aborden coordinadamente la situación y solventen urgentemente un problema que pone en un grave riesgo el abastecimiento de la población y la industria, así como el futuro de un gran número de empresas y trabajadores.
Según Antonio Llobet, presidente del CGAA, “el Colegio de Agentes de Aduanas de Algeciras ya elaboró en 2006 un documento con propuestas para la mejora del servicio. Desde entonces, se han mantenido reuniones y entablado contactos de todo tipo con Puertos del Estado, la Autoridad Portuaria, la Cámara de Comercio del Campo de Gibraltar, el SOIVRE y el propio del Puesto de Control Fronterizo, entre otros. A la vista de los resultados, es evidente que todos los esfuerzos han sido infructuosos”.
La falta de personal, particularmente en los procesos de gestión de los controles sanitarios en la importación, está ocasionando una situación de extrema gravedad que se cifra en el desplome de la actividad, pone en peligro el futuro de determinados tráficos y podría suponer la deslocalización de ciertas actividades en un puerto que dispone de unas instalaciones punteras y goza de una ubicación privilegiada.
“Esta lamentable situación – señala Antonio Llobet – es especialmente decepcionante en un país razonablemente avanzado en lo relativo a la digitalización de los procedimientos aduaneros y con una administración aduanera bastante proactiva con la que siempre hemos estado alineados y con la que mantenemos una relación frecuente y estrecha”.