Un estudio científico, liderado por el investigador John Hampton y publicado por la revista Frontiers in Marine Science , desvela el escaso impacto en las poblaciones de atún listado y patudo del Área Protegida de las Islas Fénix, zona donde se prohibió toda pesca en 2015. El estudio, realizado por los principales expertos en atún del Pacífico y dado a conocer por la Confederación Española de Pesca (Cepesca), es la primera evaluación cuantitativa de un área marina protegida con prohibición de pesca de túnidos tropicales y tiene implicaciones para muchas de las mayores AMP del mundo.
Los autores utilizaron la evaluación de las poblaciones de atunes tropicales y los datos oficiales de pesca para compararlos con un modelo biológico de estos túnidos y encontraron que el Área Protegida de las Islas Fénix (PIPA), la mayor área protegida del mundo (408.000 km2), no aumentó significativamente la abundancia de atún. El estudio señala, como se ha revelado en otras AMP, que el cierre a la pesca de algunas áreas del océano solo conduce a que en zonas adyacentes se pesque con mayor intensidad.
Los autores analizaron primero la eficacia del PIPA para aumentar las poblaciones de atún en la zona, y en segundo lugar estudiaron cómo afectarían al atún áreas protegidas hipotéticas aún mayores en el Pacífico. Descubrieron que el AMP de PIPA no contribuía significativamente a la abundancia de túnidos. De hecho, estiman un incremento del 0 % en la abundancia de atún listado y un aumento del 0,3 % en la abundancia de patudo gracias al cierre. Los investigadores, que aplicaron también su modelo para estimar el impacto de cerrar un tercio del Océano Pacífico Occidental a la pesca, encontraron resultados igualmente pobres para estas especies.
El análisis muestra que los beneficios de conservación para el listado dentro del AMP, cerca del AMP y a escalas de todo el stock son insignificantes. Según concluye el estudio, “está claro que algunas expectativas sobre el impacto de PIPA en la conservación del atún, eran demasiado optimistas”. Y termina sentenciando: “nuestros resultados también muestran que incluso para vedas hipotéticas mucho más grandes que comprenden aproximadamente el 33 % del área de Pacífico Central y Occidental, los impactos de conservación en el atún listado probablemente serían modestos; es decir, que lo que algunas ONG ambientalistas pretenden difundir como un gran beneficio para el ecosistema no es real y además conlleva unas consecuencias económicas que afectan gravemente a las economías de Países Costeros en Vías de Desarrollo, a los que supuestamente pretenden ayudar”.