La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, ha respaldado la petición del sector andaluz de adelantar el período de captura de sardina en el Golfo de Cádiz. Y lo ha hecho dando traslado, al Ministerio, de la reclamación que están realizando los presidentes de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (Facope) y la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (Faape), pescadores y armadores de Andalucía dedicados a la captura de esta especie, a fin de que se pueda atender esta “justa petición”.
El sector andaluz está solicitando que se adelante al mes de marzo la apertura del caladero a fin de poder contar con más días para la captura de esta especie. Se trata de una reclamación del sector andaluz que está respaldada por informes científicos en los que se apuntan a un aumento de ejemplares y a una modificación de los ciclos de aparición de la sardina en este caladero. Esta decisión podría estar justificada por el hecho de que en 2022 ya se realizaron cambios en el período establecido inicialmente para la sardina, tanto es así que se amplió cerca de un mes.
La captura de sardina viene regulada por el plan nacional de gestión del cerco, que no se actualiza desde 2018, y que por tanto precisa una actualización para adaptarse a la realidad actual del caladero. es por ello, por lo que la aceptación de la petición del sector viene a suponer un gran respaldo y una ayuda extraordinaria para los pescadores del Golfo de Cádiz, afectado por las decisiones de los últimos recortes de la UE, ya que pueden contar con más tiempo para aprovechar al máximo las cuotas que tienen asignadas, ya que la rentabilidad de las empresas es una necesidad en todos los sectores y, en el caso de la pesca, es preciso contar con recursos pesqueros para afrontar los sobrecostes que tiene últimamente la actividad.
El peso económico de la sardina para la flota de cerco del Golfo de Cádiz es junto al boquerón, del 95% de las capturas de estos barcos. Por esta razón, la Junta ha defendido que permitir la pesca de ambas especies de forma conjunta aumenta la rentabilidad de las embarcaciones y contribuye a evitar el amarre al que se ven abocados actualmente numerosos buques y sus tripulaciones y da una mayor estabilidad y empleabilidad al sector.