La fragata ‘Santa María’ (F-81) regresa a la Base Naval de Rota, una vez que ha finalizado su participación en la Operación Atalanta, a la que se incorporó en noviembre de 2022.
Con una dotación de 185 personas, este buque de la Armada Española, partió el pasado 5 de noviembre del puerto roteño para integrarse en la operación Atalanta como buque de mando en la Fuerza Naval ‘EU-Navfor Somalia’, dentro del compromiso de España con la Política Común de Seguridad y Defensa de la Unión Europea de garantizar la seguridad en el ámbito geográfico del cuerno de África y el océano Índico.
El objetivo principal de la operación Atalanta consiste en la protección de los buques del Programa Mundial de Alimentos, y otros buques vulnerables, frente al ataque de piratas en aguas del Océano Índico occidental. Desde la renovación del mandato el día 1 de enero de 2021, los buques también contribuyen a la mejora de las estructuras de seguridad marítima y a la monitorización de otras actividades en la zona, como la pesca ilegal o los tráficos ilícitos.
La fragata española cuenta, además de sus propias capacidades, con las derivadas del embarque de un Equipo de la Fuerza de Guerra Naval Especial, una Unidad Aérea Embarcada compuesta por un helicóptero AB-212 de la 3a Escuadrilla y un sistema UAV Scan Eagle de la 11a Escuadrilla, así como un equipo médico, con la categoría de ROLE-2, capacitado para realizar intervenciones quirúrgicas a bordo.
El pasado 7 de octubre de 2022, a tan solo dos días de la fecha prevista de salida a zona de operaciones, se declaró un incendio en el hangar de estribor que obligó a retrasar su salida y prolongar el despliegue de la fragata ‘Numancia’. Tras tres semanas de intenso trabajo por parte del arsenal de Cádiz, su jefatura de mantenimiento y el concurso de las empresas auxiliares de la bahía, la fragata se hizo a la mar habiendo recuperado la plena operatividad del compartimento y de los equipos y sistemas afectados por el incendio.