La falta de respuesta por parte de las Administraciones que deben autorizar la comercialización del alga invasora, genera una laguna de inacción que facilita su expansión, según ha señalado la Sección de Educación Permanente de Tarifa, que – un año después de solicitarlo – sigue esperando la autorización sobre la acción formativa que desarrolla y que fue galardonada por el propio Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) con el reconocimiento «Reserva de la Biosfera al Fomento de la Investigación y la Educación 2021»
Antonio Vegara, portavoz de este colectivo, recuerda que este centro es motor del emprendimiento, gracias al aprovechamiento sostenible del alga invasora Rugulopteryx okamurae para valorizar su eliminación, al menos de los “semilleros” que suponen los enormes arribazones que se varan en la costa.
La SEP Tarifa asegura que diferentes técnicos ambientales han confirmado que la dilación de la respuesta que siguen esperando por parte del Ministerio, se debe a que los expertos que asesoran al propio MITECO entienden que si la comercialización del alga tuviese éxito se convertiría en un precedente conminatorio para personas desaprensivas que “sembrarían” el mundo de este tipo de algas. Sin embargo, con la prohibición provocada por este silencio, el alga sigue avanzando en nuestras costas.
Vegara concluye que existe una ley del embudo, una obsesión compulsiva de prejuicios sobre las propuestas de su centro, cuyo pasotismo está siendo aprovechado por el alga para expandirse.